La muerte del senador Matías Rodríguez tiene cada vez más implicancias, además de las judiciales -aún no resueltas- y las políticas, cuyo alcance es todavía un misterio.
En el plano institucional la sucesión de bancas que deriva del fallecimiento del Senador se roba la atención de dirigentes que, tras el lamento público, ya trabajan para mantener las mayorías. Allá y acá.
Y es que Cristina López, la prosecretaria del Concejo Deliberante de Ushuaia, cuarta en la lista del Frente de Todos en 2019, debería reemplazar a Rodríguez en su banca. En esa nómina, en segunda posición se ubicaba Eugenia Dure, quien actualmente ocupa su cargo, y luego en tercera colocación figuraba Oscar Lasalle (el reemplazo natural), quien falleció en el 2019.
Así, el camino parece allanado para López para llegar a la Cámara Alta, más aún si se tiene en cuenta que en las horas posteriores a la muerte de Rodríguez llegaron a la Provincia importantes dirigentes de Unión por la Patria para ratificar la necesidad de mantener una posición de privilegio en el Senado que pende de un hilo, cuando debe resolverse aún, entre otras cosas, el nombramiento de más de una quincena de magistrados.
Pero a López se le superponen los intereses. En los comicios de mayo pasado fue electa concejala de la ciudad de Ushuaia, banca que asume el próximo mes de diciembre y la legislación es clara en este sentido: no pueden ejercerse dos cargos de modo paralelo.
Por esto el Concejo Deliberante de Ushuaia realizó modificaciones lideradas por Juan Carlos Pino (quien además de Presidente del cuerpo es pareja de Cristina López), para así permitir un esquema de «licencias extraordinarias por ejercicio transitorio de otro cargo», lo que blindaría a su esposa para ser Senadora y, luego, concejala.
La oposición ya denunció la maniobra, que entienden es inconstitucional, y advirtieron que no aprobarán la licencia que solicitaría Cristina López para llegar al Congreso.
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