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Informe de Ecotonos

La canasta básica en Tierra del Fuego se disparó casi un 30% entre julio y agosto

El titular de la consultora, Federico Rayes, dio detalles del estudio difundido en la última semana, y analizó la metodología de medición que impone el INDEC.

Federico Rayes, titular de la consultora Ecotono, brindó por ((La 97)) Radio Fueguina detalles sobre el informe realizado por la firma luego de la difusión de los datos del INDEC y que estima que una familia tipo en Tierra del Fuego necesita más de medio millón de pesos para mantenerse por encima del límite de la pobreza.

Además, brindó una perspectiva crítica sobre los métodos utilizados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para calcular el costo de la canasta básica de alimentos, a la vez que resaltó que el objetivo principal de esta medición oficial es trazar una línea que guíe las políticas públicas. Sin embargo, expresó ciertas limitaciones en la aplicabilidad de esta metodología en una realidad tan diversa y volátil.

En palabras de Rayes, «nunca un trabajo de una consultora o de algún organismo puede suplantar a la medición oficial. Primero por el organismo, los datos oficiales son siempre los más relevantes y los que toman en cuenta incluso los organismos internacionales. Segundo por la potencia estadística, los recursos que puede invertir el Estado son muy distintos a lo que puede invertir una consultora privada como es nuestro caso, que el trabajo es mucho más modesto».

Federico Rayes

El experto también señaló que la canasta básica se centra en los alimentos y se establece inicialmente según el consumo calórico de un adulto en edad productiva. A partir de esta base calórica, se infieren los demás productos incluidos en la canasta. Como explicó, «en la canasta básica se establece primero el consumo calórico de un adulto de entre 30 y 40 años, que necesita más o menos tantas calorías por día, por mes, para poder vivir. En función de eso se establece una canasta de bienes alimenticios que las personas consumen para llegar a ese nivel calórico. Luego se infiere el resto de la canasta, es decir no se sale a medir cuánto gasta una persona en shampoo, en el servicio de luz, sino que se dice, si esa familia gasta más o menos un tercio de su salario en comer, los restantes dos tercios, son lo que utiliza para las demás actividades».

El consultor también destacó la importancia de seguir la evolución de los precios en el tiempo, ya que esto proporciona información valiosa sobre la situación económica de la región. En este sentido, indicó: «Lo más relevante es medir cómo evoluciona en el tiempo esa canasta».

Sin embargo, Rayes subrayó que la volatilidad de los precios en Argentina representa un desafío significativo para la metodología utilizada, afirmando al respecto: «La enorme volatilidad de precios, que pegan saltos para arriba, en algunos casos para abajo, conllevan una distorsión enorme sobre el espíritu de la medición. No es una metodología que esté preparada para estar sometida a tanta volatilidad como tenemos en Argentina».

Y es que el dato para la Provincia es alarmante, de acuerdo a los registros de Ecotonos. «En nuestra medición nos dio un salto del 29% en la canasta de alimentos entre julio y agosto, muy por encima de lo que indican los valores en, por ejemplo, el conurbano bonaerense», señaló.

En resumen, el análisis de Federico Rayes proporciona una visión crítica sobre la medición de la canasta básica de alimentos en Tierra del Fuego, destacando la importancia de seguir la evolución de los precios en el tiempo y resaltando las limitaciones de la metodología actual en un entorno de alta volatilidad de precios.

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