Araceli González descubrió su pasión por el violín desde muy pequeña. “Yo de chiquita amaba el violín, ya a los cuatro años escuchaba obras clásicas y decía: yo lo siento en mis venas, quiero tocar. En ese momento no podíamos comprar un violín, no teníamos los medios. A los doce años pude tener mi primer violín y ahí comencé en la Orquesta Kayén, di mis primeras notas y me quedé”, resaltó Araceli respecto de sus comienzos.
“Poder dar clases para mi es un privilegio ya que no todos pueden trabajar de lo que les gusta. Soy muy privilegiada. Yo sé que en la provincia no había una orquesta de cuerdas, fue en el 2019 que se creó la orquesta sinfónica Kayén y ser parte para mi es un honor”, destaca con gran alegría Araceli.
Por último deja un mensaje esperanzador para todos los y las jóvenes, sosteniendo que “Río Grande es un lugar de oportunidades, que brinda muchas herramientas, así que hay que aprovechar al máximo nuestra ciudad”.
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