Con la modificación del Código Alimentario, se cambió la figura de la libreta alimentaria con el carnet de manipulación de alimentos, el cual es es para absolutamente todos los manipuladores de alimentos de toda la cadena de producción de alimentos, aportando, entre otras cosas, la necesidad de realizar un curso y rendir una evaluación para obtenerlo.
Según indicó para ((La 97)) Radio Fueguina Víctor Canalis, director de bromatología del municipio, esto permite discernir en muchas situaciones las buenas prácticas, “siempre teniendo en cuenta que el alimento para distribución masiva tiene que terminar con un carácter inalterable y de inocuidad”, expresó.
El curso es de una facilidad asombrosa, en tanto que se realiza mediante una plataforma virtual con todos los contenidos mínimos de la normativa.
“Está compuesto por 7 módulos que son presentaciones absolutamente amigables y entendibles. En un día, si uno tiene voluntad y tiempo, puede repasar todos los módulos y estar en condiciones de rendirlo”, aseguró Canalis.
Posteriormente, la evaluación se realiza en el Espacio Tecnológico, en una terminal de computadoras, con un examen múltiple choice y asistencia permanente de agentes del área de capacitación, “no demora más de 30 minutos, automáticamente se tiene el resultado y está el requisito cumplimentado”, indicó el director de bromatología.
“A los dos o tres días se les comunica para que comparezcan a nuestra oficina para retirar el carnet”, añadió.
Por otro lado, el director de Bromatología fue consultado respecto a la llamada contaminación cruzada y respondió que “un alimento y su carácter de inocuidad, es decir la característica o condición para no generar enfermedades, puede ser perdida por diferentes situaciones”.
Puede tratarse tanto de un deterioro del alimento, como por estar contaminado por algo físico o biológico: “Si se agarra un alimento listo para el consumo y se mezcla con comida fresca sin ningún tipo de cocción, va a haber una transferencia o contaminación cruzada, del alimento crudo al alimento listo para comerse”, explicó.
“En definitiva, un alimento con una carga microbiana importante se traspasa a otro que ya estaba listo para consumirse”, finalizó diciendo Víctor Canalis.
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