Durante la mañana trabaja en el ámbito público, en la Caja Popular de Ahorro de San Miguel de Tucumán, y a la tarde se destaca en su consultorio particular donde oficia como nutricionista. Se trata de la joven Constanza Nacusse quien pasó por la columna “Chicos que Crecen” de ((La 97)) Radio Fueguina y relató su experiencia a la hora de profesionalizarse.
La joven licenciada en nutrición nació y se crio en Río Grande, finalizando su transcurso en el CIERG con doble escolaridad. A partir de ahí, emigró a Tucumán ya que contaba con familiares ahí.
“Soy la menor de cuatro hermanos – dijo Constanza – quienes también al terminar el colegio fueron a Tucumán, ya que allá tenemos familia y para evitar que el arraigo sea abrupto”.
“Uno por uno fuimos cayendo a la provincia a estudiar”, expresó alegre, aunque no consideró que la presencia de familiares hiciera fácil el arraigo. “Mis hermanos fueron una guía, pero seguía siendo duro, porque algunos de los familiares no los veía desde hace 17 años. Podes tener un acompañante cercano, pero siempre es armarte desde cero”.
En este sentido, Constanza fue consultada por la decisión de estudiar nutrición y recordó que se encontraba en la disyuntiva de fotografía o abogacía. Sin embargo, siempre estuvo interesada en qué se come y cómo, “me gustan las frutas y verduras, cuando vivía en Tierra del Fuego era un limitante muy grande, porque en ese momento no se conseguía tanta variedad, entonces ansiaba las vacaciones para viajar y comer las frutas que no encontraba”.
Antes de iniciar ambas carreras, durante las vacaciones previas a la cursada, dialogó con su madre que le planteó su gusto por los alimentos y le sugirió que estudiase comunicación.
“No lo había contemplado nunca, porque la carrera no está en la Universidad Nacional, sino en una privada. Como era un costo aparte lo charlamos con mis padres y me dijeron que pruebe un año y si me gustaba, que continúe. Ahí encontré la pasión de mi vida”, recordó Constanza Nacusse.
En cinco años hizo la carrera y ya hace siete que ejerce su profesión en Tucumán, donde notó que varía la alimentación respecto a Río Grande.
“Siempre hay que contextualizar la alimentación de acuerdo con el lugar donde uno vive y cómo. En Río Grande veo que ha cambiado la alimentación a partir de la accesibilidad a ciertos alimentos, pero al no tener tanto contacto con el sol las necesidades nutricionales son diferentes”, explicó.
“Las preferencias alimentarias son más calóricas y ricas en carbohidratos simples”, detalló la nutricionista.
Respecto a la posibilidad de seguir estudiando y profesionalizándose, mencionó que en algún momento consideró estudiar medicina, pero decidió especializarse en profundidad en una sola rama.
“Por eso cuando terminé mis estudios hice una Maestría en Nutrición Clínica y Dietética. En esa maestría decidí enfocarme completamente en la alimentación”, manifestó.
“Una de las carreras que me interesa es la psicología, porque la alimentación esta muy afectada por las emociones”, deslizó y en ese sentido aconsejó a las personas que “nunca es tarde para estudiar”.
A pesar de que su familia está desparramada por todo el país, con su padre en Tolhuin, madre en Río Grande, una hermana en Tucumán, un hermano en Santiago del Estero y otro en Buenos Aires. Constanza destacó que uno de los motivos por los que decidió quedarse en Tucumán fue su pareja:
“Actualmente estoy en pareja, viviendo con mi novio que fue una de las razones por las que me quedé en Tucumán”.
Pero, indicó que “mi ideal siempre había sido recibirme y volver a Río Grande, porque es un lugar que me ha dado muchas cosas. A mi isla querida la visito cada tanto tengo tiempo”, concluyó.
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