Gabriel “Kaby” Pereyra continúa en coma inducido luego de sufrir quemaduras en gran parte de su cuerpo a raíz de una violenta explosión ocurrida ayer, en el taller que tenía en su vivienda en calle Garibaldi.
El joven se encuentra con mediación y cuidados intensivos, ya que su cuerpo presenta quemaduras en un 50% de su superficie; afortunadamente no hubo afectación de los órganos vitales, aunque sí a las vías respiratorias.
Así lo indica el último parte médico que recibieron familiares y amigos en la tarde del martes, que además apunta que esos órganos vitales están funcionando.
Las próximas horas son clave y ante una mejoría evidente podría ser sometido al proceso de curación que se utiliza en estos casos, algo que podría ocurrir en la misma ciudad de Río Grande.
Sin embargo, se mantiene la postura de avanzar con una derivación a Buenos Aires, a una clínica especializada, apenas logre ser estabilizado.
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