La Policía local logró esclarecer hoy el misterio de los llamados que obligaron a evacuar en reiteradas oportunidades establecimientos educativos de nuestra ciudad, por supuestas amenazas de bomba.
La instrucción judicial llevó a los uniformados a un domicilio de calle Punta Popper, donde reside un joven de 15 años y que estaría detrás de la «broma de mal gusto» que tenía en vilo al Ministerio de Educación y que motivó la suspensión de clases en numerosas ocasiones, por ejemplo, en el Colegio Piedrabuena.
En la vivienda requisada se logró secuestrar el teléfono celular con el que eran efectuados los llamados y se pudo identificar al joven, cuyos padres fueron notificados por ser este menor de edad.
Comentarios