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Grooming

Los graves riesgos del uso excesivo de pantallas en la niñez y durante la lactancia materna

Aníbal Lazzaroni, profesor de investigación criminal, dialogó con ((La 97)) acerca de esta modalidad criminal y recomendó a los padres limitar el contenido al que acceden sus hijos.

El acceso a las pantallas e internet se ha ido acrecentando a lo largo del tiempo y, consecuentemente, nuevas modalidades de comunicación y delitos emergieron de las prácticas que se pueden llevar a través de la red.

En este marco, el profesor en investigación criminal, Aníbal Lazzaroni, realiza un arduo trabajo de difusión y concientización para que los padres sepan como abordar esta problemática frente a la creciente introducción de los niños al mundo virtual.

En diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina, el profesor explicó que este crecimiento se puede observar en dos datos: En el año 2008 el promedio de niños que recibían un equipo tecnológico oscilaba en un intervalo de entre 14 a 17 años, mientras que para 2022 la edad bajo a los 3 y 5 años.

El descenso se debe principalmente al creciente acceso a internet que tuvo la provincia y el impacto de la pandemia de COVID: “En el 2020 nos vimos obligados a compartir internet para mantener comunicación con el resto del mundo”, recordó Lazzaroni.

Asimismo, explicó que los equipos son construidos y preparados para el control de personas adultas y no se adecuan a la edad de los niños que lo van a recibir.

 “El primer error que cometemos es no dar equipos seguros acorde a la edad”, remarcó.

Sin embargo, Lazzaroni mencionó que en la confluencia de dimensiones pedagógicas y de salud existe la regla del “3-6-9-12” en la que se deben fundamentar los padres a la hora de dar acceso a los niños a una pantalla.

Dicha regla consiste en que hasta los 3 años se debe evitar que los niños accedan a una pantalla; de 3 a 6 años los niños solo pueden utilizar entre 40 minutos o 1 hora de pantalla, utilizando aplicaciones adecuadas; de 6 a 9 los más chicos pueden jugar videojuegos sin conexión a internet; y, por último, de los 9 a 12 años, tienen que contar con una navegación asistida con control de los padres. Posteriormente, pueden tener un equipo propio con los controles parentales correspondientes.

Lazzaroni, ejemplificó con un grave caso de daño generado durante la lactancia: «Una madre alimenta a su hijo con el reflejo de succión, la glándula mamaria produce leche. Pero también en ese momento se está generando un vínculo con el bebé, para que eso suceda la madre también produce la oxitocina que se traspasa a la criatura. Si la mamá está mirando el teléfono no produce oxitocina, es decir que tenemos un niño bien alimentado pero sin niveles hormonales que correspondan. Hay un problema de disfunción de vínculos».

Además de los daños en la salud física y psicológica, el profesor en investigación criminal refirió al grooming y los delitos informáticos.

“Se trata de acoso sexual virtual y es un delito de índole penal”, fue concreto.  

En esta línea, habló sobre juegos virtuales que se desarrollan vía online, donde a través de un sistema de gratificaciones se les pide a los menores de edad fotografías que violentan su intimidad. También, refirió a páginas de adultos que funcionan como conferencias en vivo, tales como Omegle, adonde los chicos ingresan a modo de broma por influencia de youtubers.

Lazzaroni también ejemplificó las modas peligrosas como los retos en redes sociales que hacen peligrar la vida de los más chicos, como una tendencia a tomar Clonazepam que surgió en México.

“Tenemos que estar atentos a que esto no se suceda, que se limite el acceso a través de controles parentales”, manifestó.

Por último, Aníbal Lazzaroni, dio el escalofriante dato de que casi el 87% de los chicos en la provincia que sufren grooming evitan contárselo a sus padres por miedo a perder el equipo tecnológico que utilizan y reiteró la necesidad de una mayor difusión para que se tomen recaudos ante esos delitos.

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