Julio Ramírez, representante en Río Grande de la UOCRA, Unión Obrera de la Construcción, denunció que pequeñas empresas contratistas que están ejecutando obras de menor envergadura en algunas escuelas, no cumplen con lo dispuesto en el convenio del sector en cuanto al pago de la hora laboral de sus obreros.
Por ((La 97)) Radio Fueguina, Ramírez dijo que desde el gremio ya formularon los reclamos sobre esas contratistas, que son “empresas chicas con las que están pintando las escuelas, cambiando las chapas en las escuelas. Tienen la gente en negro, no le pagan, se abusan por la necesidad”. Al respecto, reclamó que “no hay control para que eso esté todo en regla, que la gente esté como tiene que estar”.
Aclaró que no es que el gobierno tenga trabajadores en negro, sino las empresas que obtuvieron las obras por licitación o de manera directa: “agarra las obras un contratista o un monotributista. Esa gente contrata gente a trabajar. Para pintar una escuela se necesitan cuatro o cinco personas, y a esa gente que contratan, le pagan en negro, no le pagan la hora como marca el convenio nuestro de la UOCRA”.
En ese sentido, la hora de un ayudante está estipulada en $ 1200aproximadamente, mientras que, según Ramírez, “esa gente cobra $ 600 o $ 700 la hora”.
También denunció una serie de incumplimientos en los que estarían incurriendo estos contratistas señalados: “no les dan ropa, no tienen baño químico, no les dan nada. Para el gobierno los papeles que presenta la empresa o el monotributista está todo bien. El problema es cuando empiezan a trabajar, ahí no hay control”. El sindicalista exhortó al gobierno a “mandar un supervisor o gente de ellos, a ver si la gente que está trabajando, está inscripta todo como marca la Ley”.
Describió el proceso en donde el control corresponde a la propia UOCRA, quien, detectada la irregularidad, formula la debida denuncia ante la Secretaría de Trabajo. Esa repartición es la encargada de sancionar eventualmente a la empresa o incluso hasta clausurar la obra hasta que se ponga en regla.
“Nosotros hacemos lo que hace un sindicato, va, verifica, reclama, no prende gomas ni le va a hacer un piquete. Para eso está la Secretaría de Trabajo, para que investigue y sancione a la empresa y si tiene que parar la obra, tiene que pararla” reclamó en consecuencia el titular de la UOCRA riograndense.
Julio Ramírez planteó que la realidad de trabajo en negro por fuera del convenio es cada vez más habitual, sobre todo con empresas pequeñas en obras de poca envergadura, por lo general contratadas por el Estado. “Esto es una cadena que no se termina nunca, porque si no tendríamos que tener un batallón de cien compañeros dentro del sindicato, para poner diez en cada empresa y prenderles goma o hacer piquete para que pongan las cosas en regla”. Sin embargo, remarcó que “eso así no es, para eso está la Secretaría de Trabajo”, a quien insistió en pedirle más y mejores controles.
Distinto es el panorama descripto por el dirigente cuando se trata de empresas grandes con obras de mayor envergadura, donde la UOCRA tiene la posibilidad de proponer trabajadores a través de su bolsa de trabajo.
La situación conflictiva actual la relacionó con quienes “quedaron medio desocupados y van a trabajar a esos lados hasta que salga el trabajo en las empresas grandes”. Así relató finalmente que, ante la urgente necesidad de trabajar, “van y trabajan por cualquier cosa. Ahí es donde nosotros vamos y hacemos reclamos. No nos quedamos sentados que cobren $ 600 la hora”.
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