Durante los entrenamientos que la tripulación del rompehielos ARA Almirante Irizar realizó esta semana en alta mar, una veintena de suboficiales de la Armada completó por primera vez a bordo un curso de perspectiva de género en las Fuerzas Armadas, una iniciativa que partió del comandante del buque y que se enmarca en el cumplimiento de la Ley Micaela y en las políticas que lleva adelante el Ministerio de Defensa.
La tripulación de alrededor de 200 hombres y mujeres del rompehielos realizó diversos entrenamientos y pruebas de máquinas durante cinco días en el Mar Argentino frente a la ciudad de Mar del Plata, como parte de la puesta a punto del Irízar de cara a la Campaña Antártica de Verano 2022/2023.
En este contexto, el comandante del rompehielo, capitán de fragata Carlos Recio, decidió que todo el personal de suboficiales sea capacitado a bordo en un curso con perspectiva de género obligatorio para todos los agentes del Estado, estipulado en la Ley Micaela 27.499.
«En el buque todos los oficiales habíamos hecho el curso de Ley Micaela, pero nos faltaba que los suboficiales más antiguos puedan cumplir con este requisito del Estado nacional», explicó el comandante Recio en diálogo con Télam, a bordo del rompehielo que tiene una dotación de 40 por ciento de personal femenino.
«Hay una integración y un respeto total. Creemos en la igualdad de oportunidades», detalló el comandante desde el puente de mando del rompehielos, mientras detrás suyo una oficial mujer se encargaba de gobernar la dirección del timonel del rompehielos.
Además de recalcar que en todas las áreas del barco hay mujeres de la Armada cumpliendo roles importantes -ya sea en la sala de máquinas, en el helipuerto, en sanidad o en el puente de mando-, Recio subrayó que el vínculo que mantienen con los hombres es «una relación de respeto, trabajo, compañerismo y camaradería».
«Es lo que promulga la Armada argentina en todo momento, igualdad de oportunidades y de trabajo«, remarcó.
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