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Caso Sofía

La falsa vidente Verónica Contreras sigue sus andanzas, ahora en Cipolletti

Su participación en un resonante caso de femicidio alarma al periodismo, que recuerda sus nefastos antecedentes. Una vez más logro convencer de sus “dotes” a la familia de la víctima para interferir en la investigación.

El nombre de Verónica Contreras de los Santos no es desconocido en gran parte de la Patagonia y menos en Tierra del Fuego, donde tuvo una notoria y perversa participación en el caso de la búsqueda de Sofía Herrera, la nena desaparecida en 2008.

A mediados del año 2017 la mujer, que llegó desde Mendoza apoyada económicamente por un periodista de Ushuaia, se presentó como vidente, asegurando que sabía dónde se encontraba la niña y que ayudaría a desenmascarar a los culpables de su desaparición.

Sustentada por la publicidad que obtuvo de algunos medios, arremetió contra los padres de Sofía -María Elena Delgado y Fabián Herrera- acusándolos (sólo basada en su supuesta “percepción extrasensorial) de haber dado muerte a la criatura y enterrado su cuerpito en el patio de la vivienda familiar.

Envalentonada por los mismos que la financiaban y un grupo de matones que la acompañaban, Verónica Contreras organizó piquetes frente a la casa de los Herrera hasta atemorizarlos, convertir su vida en un infierno (más que el que su propio drama les hace sufrir desde 2008) hasta sembrar de dudas a la comunidad, con imputaciones desprovistas por completo de base sensata alguna.

Finalmente, a partir de agosto de 2017, sucedieron dos cosas que obligaron a Contreras a llamarse a silencio en el caso y abandonar la provincia: en un gesto de grandeza portentoso, los Herrera Delgado decidieron abrir a la prensa su casa y ordenar una excavación en el patio, el que –previsiblemente- demostró que no había allí nada enterrado fuera de lugar.

En segundo lugar, denunciada por acoso y daños, Verónica Contreras fue sometido a pericias forenses que dictaminaron que la falsa vidente presentaba «ideas patológicas persistentes que la apartan de la realidad» y que «forman un conjunto sistematizado, es decir que en apariencia no impresionan como bizarras o desorganizadas».  «Presentaría una alteración morbosa de sus facultades mentales que le impedirían comprender la criminalidad de sus actos y/o dirigir sus acciones», concluía el informe que llevó a que la Justicia la declarara inimputable por mentalmente insana.

El dictamen la salvó de sufrir un castigo en el orden penal y le permitió a la vez- continuar su periplo por toda la Patagonia ofreciendo sus servicios de adivinadora a personas desesperadas y debilitadas moralmente.

Sean causas de desapariciones, asesinatos o crímenes diversos que intrigan a los investigadores, la estrategia de Contreras es siempre la misma: detectar casos penales no resueltos de alta repercusión mediática y ofrecer a familias desesperanzadas sus servicios de “vidente” para resolver el caso y hallar a sus autores.

Así lo ha hecho en reiteradas oportunidades en estos cinco años y demás está decir que el éxito de sus labores es peor que nulo porque –además de no acertar con sus predicciones- ha logrado entorpecer las investigaciones, desviar la hipótesis y (como en el caso Sofía) apuntar a supuestos culpables cuya inocencia –en muchos casos- quedó demostrada con el tiempo.

 Parte de todas esas andanzas son descriptas por el periodista neuquino Guillermo Elía, en una crónica publicada en el diario “La Mañana de Neuquén” (edición del 01/10/2022), donde detalla algunos de los casos en los que intervino Contreras en carácter de “vidente”, por supuesto, siempre con resultado negativo.

La nota periodística refiere que, en esta oportunidad la mujer declarada insana por la Justicia fueguina ha desembarcado en Cipolletti, ciudad conmocionada por el crimen de Agustina Fernández, una joven pampeana de 19 años, estudiante de medicina, que fuera asesinada a golpes el 5 de julio pasado, cuando se aprestaba a cenar en la casa de un amigo.

Desilusionada por los yerros en la investigación y por el misterio que envuelve al crimen, la madre de Agustina recibió –y aceptó- la oferta de colaboración de Contreras, quien –enseguida- aportó con la convicción y la impunidad de siempre, su versión de lo sucedido y apuntando a una persona precisa como “el autor del crimen”.

“Los muertos me eligen”, declaró Contreras de los Santos en una entrevista con el diario Los Andes en agosto de 2020, según refiere el portal tn.com. Su discurso místico, delirante y con fingida convicción le permitió entrometerse en otros casos como las desapariciones de Facundo Astudillo Castro y Abigail Carniel, ambas ocurridas durante la pandemia.

También sembró confusión con sus “adivinaciones” en casos como el de Rodrigo Hredil (se perdió en 2015 y lo hallaron muerto 2 años después) en cuyo marco fue denunciada por farsante, o en el de Victorio Joursin, 75 años, desaparecido en 2020 en Comodoro Rivadavia.

Su “obsesión de culpar a los familiares tiene más antecedentes, en el caso de Candela Rodríguez en Buenos Aires; Guadalupe Lucero en San Luis; del niño Valentín Uriel Moreno, desaparecido el 12 de mayo de 2016 en el río Carcarañá, son sólo unos ejemplos” incorpora el portal neuquino mejorinformado.com.

Por más que no dejó de intervenir prácticamente en ningún caso de alta repercusión social en el centro y sur de Argentina, la supuesta clarividente nunca aportó un solo dato que permitiera avances en cada una de las investigaciones en las que interfirió. Todo lo contrario, provocó más confusión de la que había. Pero nada de eso sirve cuando la desesperación de gente que no encuentra respuestas en el Estado se deja atrapar en las redes de sus supuestas “percepciones extrasensoriales”, renovando su fama y aportando a su vil comercio.

Que haya sido declarada oficialmente insana mentalmente poco les importa a los medios periodísticos que la promocionan. Al fin de cuentas, su inimputabilidad la pone (una y otra vez) a salvo de cualquier reproche penal.

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