Este martes, en la ciudad de Buenos Aires, el grupo empresario Mirgor, con planta fabril en Río Grande, anunció, en presencia del gobernador Gustavo Melella, su proyecto para construir un puerto multimodal en la ciudad, con una inversión enteramente propia de USD 210 millones, y posibilidad de que se sumen otros inversores, también privados, a la iniciativa.
El proyecto consiste centralmente en un puerto que permita brindar servicio a todas las actividades industriales y civiles que se desarrollan en la zona. Su característica multimodal implica que podrá manipular cargas en contenedores, y además satisfacer la demanda del sector hidrocarburífero.
La idea es implantarlo en un predio superior a las 200 hectáreas situado al Norte de la ciudad, concretamente en dominios de la estancia Las Violetas.
El plan del grupo Mirgor tiene un plazo de ejecución no superior a los 14 meses desde el comienzo de las obras, que se prevén para el próximo verano. Esto implica que la nueva estación portuaria debería comenzar a operar en mayo del año 2024.
Para la etapa de obra, se presume la ocupación de unas 400 personas. La presencia del gobernador en la presentación implica, claro está, la posibilidad de que un importante porcentaje de esa mano de obra que se requiera, lo sea de carácter local.
Por su localización, estratégica en relación con las rutas marítimas del extremo austral, la estación portuaria tendría utilidad y efecto para el transporte hacia las bases del continente antártico. E incluso, en caso de reabrirse negociaciones diplomáticas, un puerto en Río Grande sería una buena noticia para el restablecimiento del tránsito con Malvinas.
Expectativas
“Esta obra permitirá abrir nuevas oportunidades de desarrollo para Tierra del Fuego y, en particular, en Río Grande y todas sus industrias asociadas”, se entusiasmó en el evento el CEO de Mirgor, José Luis Alonso.
Para el gobernador fueguino, Gustavo Melella, “será una solución integral para el aparato productivo e industrial de Río Grande, y para la generación de más puestos de trabajo. Va a ser un antes y un después para el desarrollo de la ciudad”. Además, informó que, sobre el proyecto, los equipos técnicos del gobierno provincial vienen trabajando junto a Mirgor desde hace hace dos años.
Un comunicado de la empresa publicado en la web de la Comisión Nacional de Valores (CNV), resume los objetivos del proyecto: “Contribuir al desarrollo de la provincia potenciando las actividades industriales y comerciales, generando nuevos sectores económicos y permitiendo el reabastecimiento de flotas marítimas, entre otros sectores”.
En definitiva, una iniciativa privada al 100% podría convertir en realidad el tan postergado sueño para la ciudad de Río Grande, el de contar con un puerto nuevo, moderno, sustentable, que permita un despegue hacia una etapa más elevada de desarrollo.
Tantas veces se proyectó y prometió en falso la concreción de la obra que podría cambiar la vida de la ciudad y la provincia, que resulta difícil dejarse ganar por el entusiasmo. Quizás esta vez, por tratarse de una iniciativa privada, sea “la vencida”.
Pero, a no descuidarse. El Estado, el gobierno, debe involucrarse enteramente en el proyecto, creando el marco adecuado para que el privado lo ejecute y controlando su efectivo avance y utilidad para la ciudad y su población.
Ya hubo hace 10 años una iniciativa privada, a la que el desgobierno de una gestión desastrosa en todos los órdenes espantó, en medio del descrédito y la desilusión. Es de esperar que –esta vez- todos los planetas se pongan en línea para que los fueguinos no vuelvan a sentirse defraudados.
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