Pasadas las 17 horas del 22 de abril de 2021, densas columnas de humo comenzaron a apreciarse desde diversos los puntos de la ciudad y todas las miradas apuntaron al Parque Industrial, escenario de un nuevo incendio en Río Grande.
Esta vez la acción ocurría en uno de los depósitos de la firma de Australtex, donde comenzó un incendio que rápidamente se propagó y obligó a evacuar la fábrica textil que se encontraba en ese momento en plena producción y otras firmas ubicadas en zonas aledañas.
Con el correr de los minutos y mientras los trabajadores egresaban, comenzaron a escucharse explosiones dentro de una de las naves, que instaron a los servidores públicos a redoblar los esfuerzos para detener el incendio.
El saldo de daños materiales fue prácticamente total y las pericias posteriores permitieron conocer a ciencia cierta lo que ya se presumía: la falta de controles (y de sanciones) a la empresa hicieron que sea solo un milagro que no haya habido víctimas fatales y que la evacuación se realizase con éxito.
Según esos peritajes, una máquina de secado se sobrecalentó y terminó generando una llama que alcanzó el techo, que se encontraba en ese momento recubierto de «pelusa».
Hoy, un año más tarde, se está a la espera de que sea inaugurada una nueva planta por parte del grupo empresario que maneja Australtex.
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