Según se pudo establecer, luego de lo ocurrido, los motociclistas lograron purgar, cargar nuevamente con nafta y continuar viaje. Ocurrió este domingo pasadas las 18 en Garupá.
Un hombre logró captar la inusual situación con su celular y hablar con los motociclistas, ellos dijeron que pidieron “gasolina” y el playero confundió esto con “gasoil”.
Afortunadamente el percance pudo ser rápidamente solucionado y los viajantes, con los nervios un poco alterados pero con relativo buen humor, contaron lo sucedido.
Hace unos años, las mangueras de los dispensadores de combustibles eran todas iguales, misma forma y mismo diámetro. Eso daba lugar a constantes confusiones y equivocaciones. Ahora, la anchura del diámetro de la toma del depósito es distinta dependiendo de si el auto es de nafta o si es de diésel.
Todo lo anterior no es solo para que los empleados de las estaciones de servicio no se confundan, sino que tiene que ver con la combustión de cada tipo de motor. Los vehículos nafteros tienen motores cuya combinación del combustible líquido y el aire se mezclan en un conducto de admisión y se dirigen al bloque de los cilindros, en donde suceden las pequeñas explosiones pues la chispa de las bujías hace quemar el gas resultado de la mezcla, moviendo así los pistones.
Estos motores no pueden quemar gasoil porque, a diferencia de la gasolina, el diese no se mezcla tan fácilmente con el aire a menos que se den ciertas condiciones. Mientras que la nafta puede evaporarse a temperatura ambiente, el diesel debe ser expuesto a altísimas temperaturas para volverse activo.
Los motores diesel funcionan inyectando el combustible en un cilindro que ya está lleno de aire a presión y a alta temperatura, lo que hace que el combustible se vuelva inflamable y haga combustión espontánea.
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