Sí, es raro que como sociedad estemos en este punto, pero la verdad es que lo estamos: no sabemos descansar. Sobre todo quienes llevamos una vida con muchas actividades, entre el trabajo, ser padre o simplemente ir a estudiar y volver a casa, eso ya nos cansa un montón y nos cuesta aprender a descansar.
Primero imagínense que vamos todo el día a un ritmo acelerado y de repente frenamos en seco. Lógicamente, eso nos va a encontrar con el ritmo interno que venía sucediendo y entonces nos inquietamos, nos sentimos incómodos, el acelere está por dentro y aunque por fuera no estemos haciendo nada, estamos Inquietos.
Además de eso estamos sobreestimulados de información, noticias, sonidos, colores, acciones. Esa sobreestimulación hace que nuestro cerebro vaya a más revoluciones por segundo y, lógicamente, cuando dejamos de estar enganchados con toda esa actividad, notamos que la actividad interna de nuestro cerebro nuevamente sigue y nos vuelve incómodos y nos inquieta.
Tenemos una idea equivocada de aprovechar al máximo el tiempo. Todo el tiempo estamos queriendo producir y eso significa que nos ponemos hacer algo productivo para generar, algo que se ha visto como valorado por los demás, que generen dinero, que resuelva algo, que limpie, que organice; en fin, nos cuesta tanto estar en quietud, que siempre estamos haciendo algo productivo.
Pero descansar puede ser algo productivo. Como nos imaginamos, no poder descansar nos va a llevar a un momento en donde nos estresamos y nos enfermemos, es por eso que necesitamos un descanso para funcionar, así como el viento necesita del aire para soplar y, lógicamente, cuando no descansamos lo que necesitamos entonces es poder parar y generar a propósito ese descanso.
Necesitamos cambiar la forma en la que pensamos el descanso y en lugar de verlo como un privilegio para los que no tienen que esforzarse, como un lujo o una irresponsabilidad, es importante que lo podamos ver como un derecho y como algo que nos acerca a la salud, porque resulta que en la Declaración de los Derechos Humanos, el derecho cansar es un derecho y al ser un ser humano nosotros tenemos el derecho a ejercerlo para poder estar bien.
Descansar, divertirnos, el tiempo de calidad, de recreación, nos hace sumamente bien. Descansar puede tener que ver con irnos a la cama durante un ratito, mirar una película, hacer un sudoku o simplemente cerrar los ojos y dejarnos llevar. La idea del descanso es cambiar de actividad mental, de algo que nos implique en ese momento poca presión o exigencia. Se trata de desconectarnos mentalmente de lo que normalmente estamos haciendo y pensando e involucrarnos en otra actividad que nos lleve a conectarnos con algo del orden del disfrute, del entretenimiento y del placer.
El descanso entonces es importante que lo podamos tener en cuenta, que nos demos un ratito de la semana para nosotros mismos, para una caminar, para tomar un mate con un amigo, para dormir una siesta o mirar una película.
Es importante que podamos dar lugar al descanso y correr de nuestra mente la idea de que si descanso es una irresponsabilidad o un lujo.
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