“Hoy nos despertamos con la peor noticia que cualquier persona quiere recibir… Hoy se nos fue un joven, un alumno, un hijo, un hermano, un primo… Con solo 18 años el destino quizás dijo que ya cumplió con su objetivo en este mundo, pero el dolor, la angustia y las preguntas sin respuestas quedarán para siempre en nosotros, en sus padres, en sus hermanos/as, en sus profes”.
Las desgarradoras palabras publicadas en redes sociales por una docente del Colegio Antártida Argentina reflejan el sentir de toda la familia y la comunidad educativa a quienes les toca dar el tempranero adiós a quien fue un alumno ejemplar del establecimiento.
Santiago Liquin acababa de cumplir los 18 años, terminaba este año la secundaria y se había preparado para participar de la tradicional “serenata”, la fiesta anual de despedida que ningún egresado se quiere perder.
En el camino lo esperaba la tragedia, una camioneta lo embistió cuando intentaba cruzar la avenida San Martín, con el triste final que a todos angustia por estas horas.
La primera fotografía que se difundió de él luego del luctuoso suceso lo muestra portando orgulloso la enseña nacional, esa que sólo los mejores alumnos pueden lucir.
“No sabes, un excelente alumno y no porque ya no esté con nosotros, en sus 6 años en el Cole siempre fue el más aplicado, un señor en todos los sentidos, un abanderado en todos los sentidos”, lamenta una de las profesoras que lo tuvieron en el aula.
El fin de año ya no será el mismo para la comunidad educativa del Antártida Argentina, el único colegio secundario de la margen sur. La ausencia de Santiago abre como herida profunda un duelo en todos los sentidos; que costará superar, muy a pesar de los esfuerzos de la conducción del establecimiento que, de inmediato, puso todos sus esfuerzos para contener a todos.
Una misión tan amarga como difícil, en medio de tanto dolor.
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