El Ministerio de Salud se prepara para conmemorar este 21 de septiembre el Día Mundial del Alzheimer. El objetivo concientizar a la población acerca de esta enfermedad y recordar que “cada vez se manifiesta en una mayor cantidad de personas a nivel mundial”, a tal punto que “es la causa más común de deterioro cognitivo y demencias”.
Se advirtió que entre los 65 y 85 años se duplica la prevalencia de tenerla y disminuye en edades más avanzadas.
Tras señalar que esta patología “por lo general afecta a personas de 60 años o más”, desde la cartera sanitaria fueguina se observó que también “puede aparecer en personas más jóvenes”, y se alertó que “entre los 65 y 85 años se duplica la prevalencia de tenerla y disminuye en edades más avanzadas”.
“El Alzheimer no hace distinción de sexo, grupo social, ni lugar geográfico”, se observó, y explicó que “se caracteriza por el deterioro gradual y progresivo de las funciones intelectuales del paciente, si lo comparamos con el nivel de funciones que tenía anteriormente, todos ellos sostenidos por al menos 6 meses”.
Se trata de “una enfermedad neurodegenerativa” que se manifiesta con “cambios de memoria que dificultan las tareas cotidianas, olvidos frecuentes que son corroborados por la familia, dificultad para resolver problemas, desorientación en tiempo y lugar, dificultades para entablar una conversación o para encontrar las palabras correctas, dificultades para el manejo de dinero y cambios en la interacción social”.
También se expresa en “falta de interés en realizar actividades que antes le eran gratificantes, muchas veces por temor de que otros puedan notar sus dificultades; y cambios de humor y personalidad”.
En cuanto al diagnóstico de la enfermedad, se indicó que “se realiza a través de Interrogatorio a la persona afectada y sus familiares, con estudios de laboratorio, examen físico, exámenes neurológicos completos, test neuropsicológicos, y estudios de neuroimágenes”.
Se observó, además, que “si bien no hay prevención de la enfermedad, sí hay factores protectores para el funcionamiento cerebral, como realizar actividad física, alimentación saludable, incrementar la reserva cognitiva (estimulación a través de la actividad mental, la interacción social y actividad física regular)”.
Asimismo, se aclaró que “el tratamiento no detiene el avance de la enfermedad, sino que ayuda a retrasar la evolución con la mejor calidad de vida posible”, y que ese tratamiento consiste en “medicamentos específicos; estimulación de las funciones cognitivas y actividad física; estrategias conjuntas de la persona que padece la enfermedad y su familia ayudándolas a organizar el presente y planificar el futuro”.
Cabe señalar que el Departamento de Programas para Personas Mayores, de la Secretaria de Atención a Personas con Discapacidad, tiene a disposición los teléfonos 616013 (en Ushuaia) y 444464 (en Río Grande).
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