“Nací en Río Grande, pero por laburo de mi viejo estuvimos viviendo en varios lados, como en Río gallegos; hice el jardín en Juanito Bosco, estuve un par de años en Río gallegos, y después”, relató Cesar Cancino como introducción a su historia personal, y agregó que “primer grado lo hice en la escuela 8, después volví al Don Bosco y terminé el primario ahí”.
Más tarde, Cesar formó parte del colegio técnico CPET y esa experiencia le permitió pensar en sus próximos objetivos: “Terminé el secundario con un muy buen grupo de profes, muy padres, muy compañeros ellos, muy guía fueron el último año y eso fue un trampolín de apoyo para tomar la decisión de irme a estudiar a la Ciudad de Córdoba”.
Además, su historia resulta inspiradora porque logró terminar la compleja carrera de Arquitectura aun habiendo repetido un año de la secundaria. “Conseguí lo que yo quería, que era tener un título de arquitecto”, expuso el profesional, y añadió que “yo tenía 18 años cuando termine el secundario, empecé la carrera de Arquitectura y fue una muy linda experiencia, dura al principio”.
Sobre los desafíos de estar lejos de la familia y de su lugar de origen durante los estudios universitarios, el fueguino destacó que “como todo el desarraigo en general, no quería saber absolutamente nada en ese momento, aunque primero sí el entusiasmo de venirse, pero después cuando pasó el tiempo y estás solo y conociendo gente, sos como un bichito en una jaulita y te vas haciendo de amigos, de conocidos y ya es más llevadero”.
A su vez, dedicó un párrafo aparte para agradecer a los residentes de Córdoba, que lo recibieron y le brindaron contención en los momentos más difíciles. “La familia cordobesa, los compañeros que viven acá todavía, me apoyaron mucho, me recibieron como un hijo y eso hizo que fuera más linda la experiencia de la universidad”, señaló Cesar.
Por otra parte, confesó que todavía tiene el anhelo de algún día regresar a su ciudad natal. “Me encantaría, siempre extraño Río Grande, el barrio, el paisaje, el pueblo, el frío, el viento”, explicó el arquitecto que vivió en la zona de Chacra IV y que hoy trabaja en una empresa constructora “bastante grande”, donde actualmente coordina la construcción de un predio con 90 casas.
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