Las habilidades sociales son el conjunto de estrategias de conducta y las capacidades para aplicar dichas conductas que nos ayudan a resolver una situación social de manera efectiva, es decir aceptable para el propio sujeto y para el medio social en el que está inmerso. Nos permiten expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos del modo adecuado en la situación en la que estamos inmersos, respetando nuestras opiniones y las del otro; así nos hacen mejorar nuestras relaciones interpersonales y nos hacen sentir mucho mejor, obteniendo lo que queremos y consiguiendo que los demás no nos impidan lograr nuestros objetivos, siempre respetando los signos, manipulándolos, estos comportamientos son necesarios para interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva.
Hemos visto muchas de esas habilidades sociales en todo nuestro recorrido y hoy vamos a recalcar algunas. La primera es la empatía, que es la capacidad de poder ponernos en el lugar del otro. La segunda, la asertividad, es una habilidad para ser claros, francos y directos, diciendo lo que queremos decir sin herir los sentimientos del otro ni menospreciando la valía de los otros, sólo defendiendo nuestros derechos como personas.
La próxima es la capacidad de escucha, esa esa capacidad de poder escuchar con comprensión y cuidado, entendiendo lo que la otra persona realmente nos quiere decir y transmitiendo el mensaje que queremos dar. Ahí se junta con la capacidad de comunicación, que es la posibilidad de transmitir un mensaje a los demás de manera clara, pudiendo darle todas las opciones para que el otro entienda lo que le queremos realmente decir.
Otra de las habilidades es la capacidad de definir un problema y de evaluar las soluciones. En estos momentos de crisis se vuelve importante entender cuál es el problema que tenemos, interpretarlo, saber cuáles son las herramientas que tenemos y dirigirnos hacia la solución.
La última es la capacidad de negociación. Básicamente es reducir la brecha. La capacidad de comunicación dirigida a la búsqueda de una solución que resulte satisfactoria para el otro y para mí.
Es muy importante entender que las habilidades sociales nos facilitan el vínculo con el otro, nos ayudan en todos los ámbitos en los que nos movemos, en la familia, en el ámbito laboral, en la calle, en lo cotidiano, en el trato con el otro, ya sea una persona cercana o una persona que no conocemos. Para cualquier ámbito, hacer crecer nuestras habilidades sociales nos va hacer vivir muchísimo mejor.
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