El panadero y repostero Dante Ríos es empleado de Angus Catering, firma que le abona el salario para que el cocinero pueda ayudar a los obreros metalúrgicos.
“Fue muy lindo cuando me designaron venir acá, porque es un comedor muy lindo, una fábrica hermosa, pero cuando vine, al poquito tiempo, comenzaron los problemas”, relató el cocinero.
Además, comentó en primera persona cómo observó el devenir de los acontecimientos que finalizaron en el conflicto laboral de la actualidad: “Los chicos no cobraban el sueldo, se paró toda la producción, eso tenía su problema, sólo veía el comedor donde estoy a cargo, que ellos, cada uno, se quedó en su puesto de trabajo, cuidaba la planta, venían a comer, estaban ah porque no sabían cuándo iban a cobrar, y yo los veía, con la incertidumbre que tenían ellos y yo busqué algo para hacer, para darle su motivo. Había mucha angustia”.
En ese contexto fue que Ríos propuse a los obreros empezar a hacer algo para poder cambiar la situación, “para que ellos tengan una salida, un dinero para poder, aunque sea, pagar la boleta de la luz”.
“Ahí se organizó algo para hacer y empezamos a trabajar acá, en el comedor en el que estoy a cargo -detalló el chef-. Empezamos a hacer los churros en un principio para juntar dinero para comprar cosas y hacer locro y cosas para poder cambiar la situación. Vendiendo raspaditas y churros en el comienzo nos dio mucho resultado, y en el día de hoy siguen vendiendo los chicos, ese dinero se divide entre todos y se deja una parte para comprar insumos, pero también tienen mucha donación de la gente, hay mucha gente que nos ayuda en todo”.
Una de las jornadas emblemáticas de la lucha de los obreros por poder subsistir fue con la realización de un locro, donde se vendieron 1.500 porciones y hubo que decirle que ya no quedaban viandas para vender a los muchos vecinos que permanecían haciendo la fila en el exterior de la planta fabril.
“Ahora, todos los días hacemos alfajores de maicena, hacemos scones, raspaditas, churros, de acuerdo a la materia prima que tenemos, que la gente les dona o que se consigue”, indicó Ríos, y añadió que “se van comprando insumos que faltan y vamos haciendo bolitas de fraile, todos los días se hace algo distinto, tratamos de variar las cosas y se sigue vendiendo y con eso dinero que se junta se reparte”.
“Hay muchos chicos que algunos consiguieron una changuita, un trabajo temporario, para ir llevando algo a su casa, pero otros no y todos ellos vienen a trabajar y yo acá voy viendo, ordenando la gente, los pasos a seguir y vamos haciendo todo”, precisó el cocinero solidario.
“Por suerte yo en mi trabajo soy cocinero, soy panadero y repostero, puedo hacer comida, postres, cosas para vender y eso sirvió mucho para que ellos tengan una variedad de productos para vender y poder ganar y tener algo de dinero”, amplió Ríos.
La empresa Angus Catering le paga el sueldo y permitió que brindara su ayuda a los obreros que no cobran su sueldo. Por eso, agradeció a su empleador por permitirle colaborar con los metalúrgicos.
“El dueño de la empresa, Gustavo González, hace todo esto y me tiene acá para ayudarles a estas 250 familias”, señaló Ríos, y advirtió que “yo puedo ayudar gracias al jefe que me mantiene acá”.
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