El docente Osvaldo Herrera informó sobre los destrozos y el robo sufrido en la Escuela 46 General Martín Miguel de Güemes durante la tarde del viernes pasado, siendo que el propio maestro encontró a los menores en pleno acto de vandalismo.
Herrera comentó que “en el momento en el que estábamos en el recreo con mis alumnos advierto un gran desorden en la zona de laboratorio, que es dentro de la institución, en la parte de arriba, cerca de las calderas”.
“Es un lugar que a los chicos les encanta, Laboratorio una materia que les gusta todos los grados, porque yo le doy Laboratorio a todo el turno, entonces pensé que era eso, alguna travesura de algún alumno”, mencionó el educador, y agregó que “entonces, al bajar a Dirección escucho que en la zona de la cocina, que es la parte de abajo, un portero advierte también que hay un desorden en la zona donde se apilan las leches, las chocolatadas y yo doy avisó a mis directivos sobre estos desórdenes”.
Luego, el docente salió por el patio interno y, al dar la vuelta en uno de los laterales, observó a dos menores “con una computadora en la mano, rompiéndola”, teniendo en cuenta que uno de ellos es un ex estudiante.
“Les doy la voz de alto para que dejen de hacer eso y salen corriendo, y yo inmediatamente llamó mi directivo y hasta ahí llegó mi intervención -expuso Herrera-, dejamos todo como estaba, que habían dos computadoras completamente destruidas, 10 kg de azúcar, chocolatada, y estaban mis llaves en ese sector y cosas de laboratorio que habían sacado también los alumnos”.
Fue el viernes alrededor de las 16 horas y los menores habrían aprovechado algún momento en que los porteros estaban limpiando el establecimiento. “El rol del portero ha desaparecido, el portero que estaba siempre en la puerta de entrada, y creemos que ingresó por ese lugar, que se puede acceder desde afuera, pero también pudo haber sido por una ventana abierta por los protocolos del Covid-19 para la ventilación Cruzada”, mencionó el maestro.
“Fue importante lo que sucedió y lamentable por la circunstancia de que son menores de edad y que están en riesgo, evidentemente, por las acciones de ellos -sostuvo Herrera-. Por lo que yo pude observar y lo que ellos estaban haciendo en ese momento, fue por daño, porque estaba tanto el azúcar como la leche dentro de la cocina, que eso nos llamó la atención y fue triste, porque estaba todo desparramado, y en el laboratorio estaba todo desparramado, e inclusive agarraron un cúter y me abrieron la campera; lo mismo que con los elementos informáticos, que estaban destrozados, y no había una evidencia de que iban a ser acopiados para trasladarlos a algún lugar”.
Asimismo, el educador subrayó que “estamos hablando de niños de 12 o 13 años” , y añadió que “la escuela nunca había sufrido un hecho de estas características, ni siquiera un vidrio roto, como ha ocurrido en otras instituciones”.
Comentarios