La profesora de Educación Física, Micaela Marchisio, transita sus últimos días de residencia en Nueva Córdoba ya que regresará a Río Grande después de 6 años en el norte argentino. Se fue como estudiante y se recibió en la UPC (Universidad Provincial de Córdoba).
“Me recibí la semana pasada, hace muy poquito, me quedaba un final desde el año pasado y lo pude sacar por fin, ya estoy tranquila y recibida”, señaló la nueva profesional fueguina, y agregó que “estuve cinco años y después estuve con este final (Educación Física Adaptada) en dos mesas diferentes, esta que rendí era una mesa especial que me dieron porque me quedaba la última materia así que por suerte la pude sacar”.
Respecto de los desafíos de la cursada universitaria, la fueguina mencionó que “fueron otras materias las que me trabaron, esta es una materia que ni siquiera pude cursar y directamente la rendí libre las dos veces, la preparé yo sola la primera instancia y no llegue, y la segunda instancia fui a un particular y ahí ya la pude sacar por suerte”.
“Desde la secundaria me preguntaban y yo ya estaba decidida, creo que desde la primaria -expuso la joven-, si mal no recuerdo hablaba con una amiga, ella quería estudiar abogacía y yo profe de educación física sí o sí, y mantuve eso hasta el día de hoy”.
Sobre su búsqueda laboral, Micaela sostuvo que “me gustaría trabajar en diferentes lugares y conocer, porque es como que siento que nos recibimos y, por ahí, no conocemos nada del ámbito laboral, a pesar de las prácticas de las escuelas, y me gusta mucho el nivel inicial, puede ser que por mi mamá que es maestra jardinera, así que estoy más como orientada eso”.
Asimismo, destacó su interés hacia los deportes urbanos: “Yo practico un deporte, entonces también me gustaría orientarme para ese lado, me interesa mucho lo que es el Skatepark, los deportes que se practican ahí, eso me gusta mucho y lo practico a diario y me gustaría ir por ese lado, pero no estoy cerrada a ningún trabajo, todo es para crecer y aprender”.
Durante su formación en Río Grande asistió al Colegio Don Bosco desde jardín, pasando también la primaria y a mitad del ciclo secundario secundaria se cambió la EPEIM, donde terminó esa etapa.
Respecto de su adaptación a la universidad, expresó que “yo sentí que no me fue muy difícil, por ahí los hábitos de estudio que uno no tiene tanto en la secundaria, pero es más por un tema de cada uno”.
Por otro lado, haciendo una proyección a futuro indicó que “primero me gustaría empezar a trabajar y después sí, podría seguir estudiando”. “Siempre tuve planeado terminar acá y volverme, porque Córdoba lo veía como pasajero, algo temporal, de estudio y después volver a Río Grande, porque está toda mi familia y soy muy familiera”, añadió Micaela.
Si bien hay otros docentes en la familia, es la primera en la disciplina de Educación Física, y paralelamente desarrolla un emprendimiento personal desde hace “tres o cuatro años”. Se trata de “una feria de ropa americana”.
En otro orden de cosas, relató que “fue muy raro rendir la última materia”, debido a que “fue de manera virtual con videollamada, con el micrófono y la cámara prendida”. “Casi todos los que estábamos rindiendo esa materia nos recibimos, así que muchos nervios, rendí en mi habitación, en una silla con la compu en la cama, porque comparto WiFi con el vecino y no me llegaba a la mesa del escritorio -detalló la profesora-. Así que fue muy raro, muy incómodo, pero fue emocionante y terminé de rendir, me dieron el porcentaje de la nota aprobado y no tenía con quién festejar, estaba con mi perro y mi gato acá en la pieza, y fue como raro, pero después llegaron mis amigas a festejar”.
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