Marquez sostuvo que “la campaña de concientización consiste en articular con diferentes organizaciones y diferentes áreas del Municipio y del Gobierno de la provincia para comunicar un poco de qué se trata este proyecto de ley de alimentación saludable”.
“Nos hemos contactado con diferentes organizaciones, hemos emitido una declaración conjunta, a través de una nota acercamos la declaración a la Secretaría de Salud del Municipio, al Concejo Deliberante, a la Legislatura, como para comunicar y que ellos posean también esta declaración de apoyo a la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable”, expuso la referente, teniendo en cuenta que la normativa ya obtuvo media sanción de la Cámara de Senadores y se encuentra en tratamiento Diputados”.
“La idea es que entiendan, por ejemplo, que un capítulo de la Ley qué consiste sobre alimentos ultraprocesados o procesados, cómo va afectar la aplicación con el objetivo principal de que exista una manera rápida alimentos saber si los productos tienen exceso en azúcar, grasas, sodio o calorías”, mencionó Marquez en declaraciones a ((La 97)) Radio Fueguina.
“Ese es el objetivo de la ley -indicó la profesional-, que además acompaña una regulación en la publicidad de estos alimentos ultraprocesados hacia niños niñas y adolescentes, y también tiene un capítulo que involucra a las escuelas, a los comedores escolares y a los alimentos que se venden o se podrían vender en las escuelas”.
La nutricionista destacó que “los alimentos procesados y ultraprocesados siempre tienen alguna modificación de la industria alimentaria, no es un alimento fresco para comer, sino que ingresa toda la cadena de valores de la industria alimentaria “.
“Los ultraprocesados en general, cuando nos ponemos a leer los rótulos y los diferentes contenidos, terminamos concluyendo que no es un alimento, sino un invento de la industria alimentaria,tienen tantos agregados de conservantes y aditivos, diferentes estrategias de modificar el alimento original para que sea dietético o por una cuestión de marketing, o de mayor consumo -advirtió la licenciada-, y la verdad es que están haciendo algo no tan saludable, como sí lo son los alimentos que menos proceso tienen o menos la industria los toca, por así decirlo, hasta que llega al consumidor”.
Respecto del comportamiento que deberían tener los consumidores y para lo cual se impulsa la ley, Marquez explicó que “hay que enseñar a leer los rótulos y enseñar a leer los ingredientes, y convencer de esa manera de que a veces es mejor el alimento original, por así decirlo fresco, que tiene menos etapas de procesamiento y, de ahí, se entiende que una alimentación saludable va por comer más alimentos frescos”.
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