Luego de que la falsa alarma de tsunami, atribuida a «un error técnico», causara pánico anoche en parte de la población chilena, las redes sociales de Chile se inundaron de críticas, algunas en formato de meme, al manejo de la información oficial.
En la noche del sábado se registró un sismo de 7,1 grados de magnitud en el medio del mar, a unos 210 kilómetros de la base chilena Eduardo Frei de la Antártida.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) lanzó la alerta de tsunami para la zona antártica, a nueve bases militares y científicas chilenas y de otros países.
Minutos después del sismo, la Onemi pidió abandonar «la zona de playa del territorio antártico» ante la posible llegada de un tsunami.
Pero debido a un «error técnico» el aviso llegó a los celulares a parte de los 18 millones de habitantes del país.
Pero en las redes se reportó que los usuarios del sistema de distintas zonas costeras chilenas recibieron en sus celulares hasta 10 avisos de evacuación debido el tsunami.
Cuando Onemi corrigió su mensaje e informó que el sismo en la Antártida «no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile», el mensaje ya había sido recibido por un número no precisado de chilenos.
El Director Nacional de ONEMI, Ricardo Toro, informó que «se están investigando las causas del error técnico del Sistema de Alerta de Emergencia (SAE) que fue enviado para la zona antártica de Chile y que se recibió en todo el país».
«Pudo haber ocurrido esa confusión en el primer momento», consideró, a la vez que reafirmó que «el Sistema de Alerta de Emergencias a celulares sigue operativo en todo el país».
Toro dijo que «nuestros equipos técnicos, con la empresa proveedora, están investigando las causas del error técnico» del SAE.
Medios chilenos reportaron evacuaciones de cientos de personas en ciudades como La Serena o Cartagena, ante la alarma disparada.
«Hubo dos errores. Llegó a personas que no estaban en la zona costera, y peor aún, no le llegó a personas que estaban en la zona. Es un error incomprensible, grave, que no me imagino cuál puede ser la explicación para algo que debe ser visto con anterioridad», dijo Michel De L’Herbe, consultor en gestión de emergencia, en declaraciones al diario El Mercurio.
Es, continuó, «una de las situaciones más graves, asociados a múltiples fallas. Debería haber habido un mensaje a todas las personas de la costa, además una alarma audible de alerta de tsunami. Lo que no puede pasar es que en una próxima alerta la gente se cuestione la veracidad».
En tanto, en el mismo medio, Sergio Barrientos, director del Servicio Sismológico de Chile, opinó que los sistemas de alerta «tienen que ser implementados, y cada vez van a ser más seguros en ese sentido», pero que «lamentablemente en muchas partes, en muchos momentos, uno tiene que pasar por estos periodos de ajuste».
Por el sismo se evacuaron a 80 personas de Base Frei y otras 80 de las bases de O’Higgins, Fildes y Prat, donde no se registraron daños.
Además del sismo en la Antártida, Onemi reportó a las 21:07 de anoche otro temblor de magnitud 5,8 a 14 kilómetros de Santiago, a 122 kilómetros de profundidad, sin relación con el terremoto en la Antártida.
No se informaron daños a personas ni alteración a servicios básicos o infraestructura en la capital chilena.
Dos sismos, ninguna relación
Este sábado a las 20:36 horas, un sismo de magnitud 7.0 a 210 Kms de la Base Frei en la Antártica, generó una alerta por parte de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) que arribó por error a gran parte de los teléfonos móviles del país, gracias al Sistema de Alerta de Emergencias (SAE) del mismo organismo.
Sin embargo, coincidentemente, 31 minutos más tarde, otro fuerte sismo a una magnitud de 5,9 se sintió en la zona central del país, 14 km al este de Farellones, generando confusión entre la población.
Entonces, ¿es posible que el sismo en la Antártica, a unos 2.400 Kms de Santiago, haya desencadenado el sismo en la zona central?
El geofísico Cristian Farías Vega, doctor en Geofísica de la Universidad de Bonn en Alemania y director del Departamento de Obras Civiles y Geología de la Universidad Católica de Temuco, señala que “no hay argumento alguno para afirmar que exista una causalidad entre uno y otro fenómeno. Si tenemos un terremoto magnitud 7.1, está muy lejos de Santiago como para poder gatillar otro en magnitud 5.5. De hecho, nadie sintió el sismo de la Antártica en la zona central, así que fue sólo una coincidencia que además se vio incrementada por la falsa alarma de la Onemi”.
Farías, quien a mediados de 2020 publicó un estudio de cómo el sismo de Illapel de 2015 afectó a un grupo de volcanes en el sur a 600 Kms de distancia, apunta que “no pueden estar ligados no sólo porque están muy lejos, sino también sistemas de placas y fallas distintos. La única manera que tenemos para ligarlos es que uno gatille a otro -porque ocurre y se ha visto- pero la distancia es demasiada. Esto nos lleva a afirmar que el sismo de Santiago iba a ocurrir, y el otro también. Pasó que ambos fueron seguidos en una misma ventana de tiempo, y sólo le pusimos atención al de la Antártica a causa de la alarma fallida de la Onemi”.
(Fuente: Telam/diario La Tercera)
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