En la era de las nuevas tecnologías, el teléfono sigue siendo una herramienta fundamental para comunicarse, pero también el arma secreta de los estafadores. A través de un engaño buscan quedarse con el patrimonio de la víctima.
Actualmente en la provincia de Neuquén, al menos cuatro personas por día son estafadas por un perjuicio mínimo de un millón de pesos en total. A veces, el botín es superior, otras levemente inferior. Los más vulnerables son los adultos mayores.
Los estafadores se las ingenian de distintas formas para lograr su cometido y hacer el mayor daño posible. Existen defraudaciones con la compra de vehículos, clonaciones de tarjetas o fraudes electrónicos; pero sin lugar a dudas, los que más tiempo y personal demandan al Departamento de Delitos Económicos de la Policía, son las estafas telefónicas y su subcategoría: los cuentos del tío.
“Lo que hay que entender del delito económico es que en el 100 % de los casos, las víctimas participan del mismo, siendo ellas un eslabón fundamental de la operatoria que hace el delincuente”, resaltó el comisario Mauricio Pamich, jefe de dicho Departamento.
Es que, sin la acción de la víctima, el delincuente no puede concretar la estafa. Necesita si o si que el damnificado siga determinadas indicaciones para hacerse del dinero.
Los abuelos, las víctimas vulnerables
Un capítulo especial merecen los adultos mayores, especialmente aquellas personas mayores de 70 años que viven solas y que aún tienen teléfono fijo. Son un blanco fácil de los estafadores que bajo ardides y engaños buscan sacarles información sobre el dinero o joyas que tienen en la vivienda para luego poder llevárselas.
“Los adultos mayores son la fuente de información para poder concretar el comedido, a medida que avanza la comunicación, logran sacarles los nombres de hijos, nietos, del dinero o joyas en la casa, quién más vive allí, si hay portero y más”, detalló el oficial principal Gerardo Oviedo, quien trabaja en Delitos Económicos.
En este sentido, al igual que los demás tipos de estafas telefónicas, los investigadores aconsejan usar el sentido común y estar alertas. “Ante un llamado poco claro, cortar la comunicación y marcarle a la persona que dijo ser para confirmar si efectivamente era un familiar o un estafador”, indicó el oficial, respecto al móvil que usan los embaucadores de hacerse pasar por un familiar. Esta persona les dice que deben entregar el dinero a un tercero pasará por su casa.
Lamentablemente para cuando los abuelos se percatan del error, ya es demasiado tarde y ahí comienza todo un trabajo de cruce de antenas telefónicas y relevos de cámaras de seguridad. Para evitar que los adultos mayores sean víctimas de estos delitos, desde la Policía recomiendan que sea un familiar quien los informe al respecto para cuidarlos.
“Deben hacerles saber que no existe un cambio de moneda; que jamás deben dar información del dinero que hay en el domicilio y mucho menos entregárselo a un extraño. Nadie del banco va a una vivienda a buscar dinero”, resaltaron desde el Departamento.
Además, en el caso de que hayan sido víctimas, acompañarlos en ese momento tan difícil para evitar que caigan en depresión. “Hay familiares que les echan la culpa, sumado a la edad, les hace mal a los abuelos”, sostuvo Pamich.
..
Comentarios