En Argentina se celebra del Día de la Madre el tercer domingo de octubre de cada año, en referencia a una costumbre que tiene sus raíces en una fecha especial para el catolicismo. En la Armada Argentina muchas son las madres e hijas que comparten una misma vocación, como la Suboficial Primero Gabriela Venine y la Cabo Primero Ivana Riveros.
La Cabo Primero Ivana Emilia Riveros ingresó a la Armada Argentina hace diez años y actualmente se encuentra destinada en la Escuela de Suboficiales en la Base Naval Puerto Belgrano.
Desde muy chica, Ivana sintió una fuerte vocación por pertenecer a la Fuerza gracias a las vivencias que su madre, la Suboficial Primero Gabriela Edit Venine, le transmitía en cada experiencia de su profesión como licenciada en Enfermería, técnica en anestesia y enfermera aeronaval.
Un sentimiento compartido y el orgullo de pertenecer a la Armada, forjaron en Ivana una fuerte convicción por superarse en lo profesional y personal: “La Armada te da herramientas para superarte y eso me motivó a la hora de ingresar; ser independiente y darle un futuro a mis hijos”, comenta Ivana.
Su familia está integrada por su pareja Martín y sus hijos Joaquín y Lautaro: “Mi hijo Joaquín nació antes de ingresar a la Armada; y él fue mi mayor motivación porque sabía que el sacrificio iba a valer la pena, y eso era lo que pensaba todos los días cuando no estaba con él en mi época de aspirante. Fue lo más duro que tuve que pasar, pero me enfocaba en el futuro”, cuenta Ivana al recordar su paso por la Escuela de Suboficiales (ESSA).
De especialidad Apoyo General Conductora, la Cabo Primero cumple función en el área automotores del establecimiento educativo en el traslado de personal. En sus jornadas laborales, destaca por sobre todo el compañerismo que existe entre sus camaradas a la hora de organizar las tareas requeridas. “Además de trabajar se aprende algo nuevo todos los días y eso es emocionante. Para mí, la Armada es mi segunda casa”.
Al recordar una de sus mejores experiencias académicas, Ivana rememora el momento de su egreso como Cabo Segundo al obtener el mejor promedio de su promoción en la ESSA; una satisfacción no solo para ella, sino también para su mamá quien la había acompañado y guiado durante esos años.
“Ella es mi orgullo, es inteligente; fue la primera en su promoción y lleva su carrera con una gran responsabilidad”, comenta su mamá, la Suboficial Primero Gabriela Venine; y agrega “admiro de mi hija su tenacidad, su creatividad, su endereza, su disciplina e independencia, su forma de ser madre y de llevar su carrera con seriedad”.
Nacida en Ushuaia
Respecto a compartir la misma Institución de trabajo con su madre y con su padre también, Ivana explica que lo vive como algo normal y toma los consejos que ellos le aportan: “Soy muy parecida a mamá y a la vez muy diferente, pero compartimos el trabajo de la misma forma. Admiro la fuerza que siempre tuvo y tiene para afrontar obstáculos que la vida nos presenta, ella como mi abuela siempre se destacaron por no decaer”, fundamenta la Cabo Riveros.
Ivana nació en Ushuaia, Tierra del Fuego, el 6 de abril de 1991. Siempre estuvo interesada en el mundo del deporte, principalmente el patinaje artístico, al cual estuvo vinculada durante muchos años compitiendo en los niveles regional, provincial y nacional: “Hoy en día aún tengo mis patines profesionales así como también los rollers para patinar cuando hay alguna oportunidad”, relata la joven.
De su infancia, la Cabo Riveros resalta que al tener padres militares recuerda las celebraciones y eventos en la Armada; y las conversaciones sobre el trabajo de ambos: “La vida militar se vuelve parte de la vida cotidiana y hoy me pasa lo mismo, porque conservo amistades que he conocido desde el comienzo de mi carrera”.
Hoy Ivana vive en Punta Alta, una ciudad que la vio crecer. Rodeada de sus hijos, su pareja y familiares, disfruta y comparte el conocimiento generacional que su madre le transmitió a la hora de proyectarse e iniciarse en su carrera profesional.
Si bien nunca compartieron destino, hoy se encuentran en la misma zona naval. Su mamá está destinada en el Pabellón VII del Hospital Naval Puerto Belgrano y es la encargada de los servicios de oftalmología y otorrinolaringología.
Ambas coinciden y destacan la camaradería y el compañerismo de la Armada: “Lo que más me gusta del ámbito naval es la motivación y el aliento a seguir actualizándote para avanzar profesionalmente”, relata Gabriela.
Familia de marinos
Madre e hija consideran a la Armada Argentina como una institución muy importante: “Es mi vida, mi familia, amistades, mis sueños, mis proyectos, anhelos; y todo lo he conseguido perteneciendo y permaneciendo dentro de mi querida Armada”, cuenta Gabriela Venine.
Gabriela ingresó a la Institución en 1987 y es oriunda de la ciudad de Santa Fe; aunque a los pocos años de edad se radicó en Buenos Aires. Actualmente vive también en Punta Alta con su marido, quien fue parte de la Armada y se retiró como Suboficial Mayor, y con su hijo Iván, de 23 años.
Su larga trayectoria en la Armada es compartida con su hija en la cotidianidad, como también sus experiencias como madre “naval”, que muchas veces implica distancias por el propio requerimiento del servicio. “En esos momentos de ausencia, querés darte por vencida mil veces, pero una aprende a valorar cada momento de sacrificio”, finaliza Ivana Riveros.
Colaboración: Mar Adentro/Lic. en Comunicación Social María Silvina Rosas
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