Walter Hernández, Delegado de Textil Río Grande habló tras el fallecimiento de su compañero de trabajo «Tatte» Carbonelli y el endurecimiento de las medidas de fuerza que están llevando a cabo en las puertas de la empresa.
Al respecto, expresó: «Lamentablemente nos enteramos del deceso de nuestro compañero y no tenemos respuesta, ni se sabe que va a pasar con los trabajadores». «Somos 85 familias que prácticamente esta empresa arruinó y pedimos disculpas a la toda la comunidad por endurecer nuestras medidas, pero no queremos seguir lamentando estas cosas que están pasando», agregó.
Afirmó, por otra parte, que «lo que sucedió le puede ocurrir a cualquier compañero porque no sabemos que va a pasar, si ellos no quieren seguir en la isla queremos que le den un corte definitivo a esto y cobrar todo lo que nos corresponde».
De manera dura, Hernández, advirtió: «Si los que manejan Textil Río Grande tienen corazón deberían cerrar sus puertas, irse de la isla y no volver nunca más, nosotros nos encargaremos de que esta fábrica no abra nunca más, vamos a hacer que el repudio social sea fuerte».
Por último, aclaró que «hoy estamos haciendo una protesta más dura porque necesitamos una respuesta urgente y acá tiene que haber un responsable porque no podemos permitir que esto le suceda a otro compañero de trabajo».
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