En la tarde del miércoles, funcionarios del Municipio de la ciudad de Río Grande recorrieron la zona del Tropezón, desde donde se abastece de agua a toda la población local.
Tras la preocupación inicial generada por el congelamiento de la superficie del río, desde el Ejecutivo destacaron que a pesar de esto está garantizado el suministro de agua potable para los vecinos.
«La toma da buenos niveles y está garantizado el suministro», indicó desde el lugar José Silva, secretario de Planificación del Municipio local.
«Las temperaturas que estamos teniendo son extremas y hace años no se dan estas condiciones; llevamos más de 15 días con sensaciones térmicas extremas, pero la toma de agua no se ha complicado», describió.
Sin embargo, sí recordó que «se detectan niveles bajos en la cisterna de la Margen Sur producto de que se dejan los grifos abiertos para evitar el congelamiento de las cañerías; eso hace que tengamos que realizar cortes esporádicos para levantar los niveles de la cisterna, pero los cortes duran apenas un par de horas».
Por último realizó recomendaciones a los vecinos de la zona y pidió que estos «tomen conciencia y no dejen las cañerías expuestas, ya que apenas dos o tres centímetros expuestos pueden generar el congelamiento».
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