Cerca de 450 personas que integran unas 30 cuadrillas de esquila provenientes de distintos puntos del país ingresarán a Santa Cruz desde fines de julio para la zafra lanera, bajo un protocolo acordado por el Ministerio de Salud y el Consejo Agrario Provincial (CAP).
El presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), Miguel O’Byrne, afirmó hoy que «en agosto empieza la esquila preparto, se esquila a la madre antes de tener el cordero entre octubre y noviembre y hay una preocupación muy grande porque eso implica que cerca de 450 personas tienen que venir del resto del país a esquilar en Santa Cruz porque acá hay solamente tres cuadrillas de esquila».
En diálogo con Télam, el dirigente agropecuario explicó que «la preocupación es que esa gente pueda venir, transitar por las distintas provincias, llegar a Santa Cruz, hacer la cuarentena y trabajar normalmente sin que haya problemas sanitarios».
O’Byrne informó que «para cumplir la cuarentena y trabajar normalmente, las cuadrillas van a tener que estar acá sobre fines de julio».
Según indicó, «el protocolo se armó con el Prolana Santa Cruz, el CAP, las empresas de esquila y la FIAS».
«Vienen con los controles de origen, con certificado médico al subirse a los vehículos autorizados a trabajar, y luego, al llegar a la provincia tienen que cumplir cuarentena en puntos establecidos en los establecimientos rurales, sin tener contacto con las ciudades», detalló O’Byrne.
Según informó el CAP, «se determinó que se cumpla una cuarentena al ingresar a la provincia, la cual está delimitada por puntos estratégicos, en zona Norte los lugares asignados son Caleta Olivia y Perito Moreno, mientras que en la zona Sur es el Paso Integración Austral».
El ruralista resaltó que «la gente que viene necesita trabajar desesperadamente, porque se dedica solo a esto, están sin trabajar hace muchos meses, van a empezar hacia fines de julio en provincia de Buenos Aires, y acá donde no hay suficiente gente capacitada para cubrir este trabajo zafrero, prácticamente están dos meses rotando en una hoja de ruta determinada con los establecimientos donde van a concretar su trabajo según el protocolo».
«Hay que garantizar un trabajo lo más seguro posible, porque cualquier interrupción o evento, complica a la cuadrilla de esquila y al productor, porque afecta la secuencia de esquila, altera los tiempos y no se puede esquilar demasiado sobre la fecha de parto de la oveja», agregó O’Byrne
En diciembre será la esquila posparto, con el cordero de entre 45 y 60 días, en un segundo trabajo de estas cuadrillas de esquila.
«Lo mismo pasa con los frigoríficos o con los movimientos de animales que empiezan sobre finales de noviembre», dijo O’Byrne, anhelando que para entonces se normalice el trabajo en el campo, como también el comercio, tanto de lana como de carne ovina.
«Hay un 35 por ciento de lana de Santa Cruz -con una producción de unos 10 millones de kilos por temporada- que está sin vender de la temporada que pasó, y si esto sigue así de la lana de esta zafra se va a vender muy poca», dijo.
O’Byrne agregó a este panorama que «los frigoríficos indicaron sobre fin de mayo, que el stock de carne en cámara, sin vender, era de 2,5 millones de kilos de carne ovina, de una producción de 6 millones de kilos».
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