“En ese sentido, desde el organismo dirigido por Diana Quiodo, se resaltó que en la actualidad se trabaja en forma conjunta con el Ministerio de Salud, la Justicia y el Congreso para evaluar medidas sanitarias y de prevención de cara a las elecciones nacionales de 2021 en el marco de la pandemia que atraviesa la Argentina y el mundo”.
También la semana pasada pasó algo inadvertida una acordada extraordinaria de la Cámara Electoral, tal como comentó este diario en sus Charlas de Quincho, en la que señala la necesidad de iniciar un programa de preparativos considerando que los comicios legislativos puedan desarrollarse en el marco de la pandemia y evaluar las restricciones y medidas que deberían tomarse, en función de la fecha prevista para elecciones generales, el 24 de octubre de 2021 “previa realización de las primarias”.
En ese sentido, la Dirección Electoral elaboró el informe “Elecciones y Covid-19. Análisis de una agenda electoral en contexto de pandemia”. Sostienen allí los especialistas que optan por mirar los modelos que aplicaron Israel y Corea del Sur que, junto con la República de Guinea, fueron las tres naciones que celebraron elecciones en medio de la batalla contra el coronavirus. Las ideas aportan datos como la distribución de guantes y barbijos junto a los útiles que reciben las autoridades de mesa, además de desinfección frecuente del cuarto oscuro, entre otras medidas para “voto seguro”.
En esta latitud se deberán realizar comicios legislativos para diputados y senadores nacionales, pero también para la renovación de bancas en legislaturas provinciales.
Se considerará además la situación sanitaria de cada provincia, ya que como ocurre ahora, el epicentro de la feroz epidemia está en el Área Metropolitana. El caso Israel con un despliegue inmenso de prevenciones que incluyeron los trajes protectores (estilo astronautas) para las autoridades de mesa y centros de votación al aire libre dio como resultado una elección que “alcanzó una participación del 71% del electorado empadronado; convirtiéndose en la más alta de los últimos 20 años”.
La primavera de 2021 quizá no haga requerir de tanto en las elecciones criollas. Eso se espera en cuanto al comportamiento de la pandemia para alivio general.
De todos modos, la programación es necesaria, claro, con tiempo.
Israel realizó elecciones parlamentarias el 2 de marzo pasado, con restricción para el contacto físico en campaña e incluyó sanciones a quienes difundan rumores sobre la expansión de la enfermedad en los días previos a la votación. Se pidió que no asistan quienes estuvieron en contacto con infectados o hubieran viajado al exterior. Se colocaron centros de votación al aire libre para quienes estaban en aislamiento. Fue obligatorio el uso de máscaras y de guantes tanto para votantes como para los paramédicos y solamente se habilitó el voto para quienes no manifestaran síntomas del Covid-19 y quienes no viajaran en transporte público. Toallas desinfectantes y lapiceras descartables fueron parte de los elementos que se utilizaron, además de otorgar turno previo para evitar las filas. Como otra curiosidad se emplearon sobres desinfectados.
En Corea del Sur se votó en abril con medidas similares a las de Israel; además de la estricta medición de la temperatura corporal de los votantes, se repartió alcohol en gel y guantes de uso obligatorios al momento de introducir el voto en la urna y también hubo horarios específicos para mayores, embarazadas y enfermos crónicos como para personas en cuarentena y cabinas especiales para infectados.
“De persistir el contexto de pandemia y aislamiento obligatorio, los países que deban celebrar elecciones próximamente deberían utilizar como parámetro las prácticas exitosas de los casos señalados (Israel y Corea del Sur), así como perfeccionarlas y adecuarlas a la realidad de cada país con la finalidad de garantizar los derechos políticos y electorales resguardando en todo momento la salud y la integridad física de todas las personas que participan del proceso electoral” finaliza su informe la Dirección Electoral y dice que “la Argentina tiene por delante un gran desafío en este sentido de cara a las elecciones legislativas del año 2021”.
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