En día feriado y en plena cuarentena, los trabajadores de Textil Río Grande debieron permanecer en la calle reclamando por su situación laboral.
Esta mañana de lunes armaron con maderas una “carpa” frente a la planta fabril para visibilizar su protesta, mientras la patronal mantiene cerrado silencio frente a lo que asoma como un cierre definitivo de su actividad en Río Grande.
“Es una manera más de seguir nuestra protesta, que viene de hace tiempo”, explicó Walter Hernández, delegado de los 100 trabajadores de Textil Río Grande. “La empresa se encuentra en concurso de acreedores, le deben al personal, hacen pagos desdoblados, la gente desde abril no cobra”, resumió el dirigente.
Pero la situación se agravó diez días atrás cuando la totalidad de los 100 trabajadores de la textil recibieron cartas documento ofreciéndoles el “retiro voluntario”, una forma más o menos encubierta de despido, en condiciones leoninas.
“Ofrecen –explicó Hernández- el 30 por ciento de indemnización en una cuota, el 65 por ciento en 6 pagos o el 100 por ciento en doce pagos, pero la gente ya no cree eso tampoco, porque no pueden pagar una quincena, cómo creerles que van pagar la indemnización”.
Según refirió el delegado, sólo un diez por ciento de los afectados aceptaría la desventajosa propuesta, “porque además la gente necesita el trabajo”.
“Vamos a seguir frente a la fábrica, reclamando de todas las formas posibles, para ver si se dan cuenta que la gente está pasando hambre”, reclamó.
En cuanto a la presencia del piquete frente a la planta “va a ser pacífico, no habrá fuego ni otros modos de protesta y vamos a venir de a ratos para seguir las recomendaciones de la policía”, prometió Hernández.
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