La Primera Sección del Delta, uno de los centros turísticos más visitados en el Tigre, a 40 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se convirtió en noticia en las últimas horas por un extraño visitante que fue avistado por los pobladores del lugar. Se trata del ciervo de los pantanos, una especie considerada «vulnerable», a nivel nacional e internacional, porque enfrenta el riesgo de extinción.
El animal, con sus más de cien kilos de peso, un metro y veinte centímetros de altura, pelaje pardo rojizo y negro en las patas, sorprendió con su aparición porque deambulaba por los sitios donde, hasta hace unos meses, se veía a cientos de turistas.
La cuarentena, con la consecuente disminución de personas en la zona, animó al animal a acercarse a las zonas más pobladas.
Si bien descubrir al ciervo pastando en un jardín isleño generó revuelo entre los pobladores, los especialistas advierten que se debe tener especial cuidado y no aprovechar la oportunidad para la caza.
«Como parte del Comité Científico-Técnico del Ciervo de los Pantanos, que aborda todo lo que es rescate, rehabilitación y control, estamos intentando gestionar capacitaciones para fuerzas de seguridad, para que conozcan que la especie es monumento natural en la Provincia de Buenos Aires y que su caza es ilegal. Necesitamos que se acentúen los controles dados los casos que nos avisan los pobladores», explicó la veterinaria María Marcela Orozco.
El ciervo de los pantanos fue declarado monumento natural por la ley provincial bonaerense 12209 para protegerlo del peligro de la extinción, y es conocido científicamente como Blastocerus dichotomus, o guazú pucú en guaraní, que significa «ciervo grande». Es el de mayor tamaño en Sudamérica y uno de los tres «ciervos anfibios» del mundo.
Comentarios