En las últimas horas, la región magallánica de Chile confirmó la novena víctima fatal como consecuencia del brote de COVID-19 que tiene contra las cuerdas al sistema sanitario mundial.
Sin embargo, nuestros vecinos atraviesan una problemática virtualmente opuesta a, por ejemplo, Tierra del Fuego: ya hay 9 víctimas fatales y se ha superado largamente el medio millar de contagios; en suelo fueguino, en tanto, aún no hay muertes y se registran poco más de 100 casos.
Esta situación no sería impedimento para que el Gobierno chileno adopte una medida que su propia población considera al menos polémica: levantar parte de la cuarentena.
“Este martes tenemos que discutir con el Presidente de la República cuánto tiempo más se prolongará la cuarentena en esta ciudad. Entendemos que ha sido una medida efectiva, pero también produce mucho sufrimiento. Personas que han quedado sin trabajo, que viven al día, y aquí hay que ser extraordinariamente prudentes para tomar decisiones balanceando los beneficios y los riesgos de cada acción sanitaria que se enfrente”, señaló el Ministro de Salud de Chile en relación a Punta Arenas.
«Tenemos un agotamiento del recurso cuarentena”, dijo Jaime Mañalich en alusión a lo que está sucediendo con la prohibición de salir de casa, alentando las especulaciones sobre la vuelta a la actividad en Magallanes.
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