Noelia
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Noelia y un susto grande: Cuando capacitarse vale salvar una vida

Es empleada de la clínica COP Matheus y se preocupa por aprender siempre algo más. Conocer la técnica de RCP le sirvió para salir airosa de un difícil trance que la sorprendió volviendo de su trabajo

Sencilla y responsable con lo suyo, Noelia Molina cumple diariamente con su labor de maestranza en la clínica COP Matheus del barrio Mutual, mientras intenta siempre aprender algo más. Haberse capacitado en técnicas de  Reanimación Cardiopulmonar (RCP) fue clave para superar un difícil trance con el que, de pronto, se vio enfrentada cuando volvía de su trabajo.

“Un susto grande nos dimos”, asume, ya más tranquila, contando de qué modo pudo mantener con vida a una persona mediante la RCP hasta que llegó la ambulancia.

“Salía de la guardia, veníamos en mi auto cuando vimos, aproximadamente en la esquina de Perú y Lola Mora, a una señora pidiendo ayuda”. Claramente, estaba a punto de descompensarse y por señas la señora rogaba por el auxilio de alguien.

“La conocía, es paciente de la clínica, bajé del auto y comenzamos a darle alguna ayuda, junto a otra persona que se arrimó”, relata Noelia.

“En seguida comenzó a descomponerse, estaba ahogada, le aflojamos la ropa porque le costaba respirar, mientras atinamos a pedir ayuda por teléfono”, se agita Noelia Molina, mientras recuerda que –finalmente- fue un remisero que detuvo su marcha el que llamó a la policía y a la ambulancia.

Agrega que “La otra chica la sostenía, nos dimos cuenta que no respiraba”, y fue entonces que no dudó ni tuvo miedo por el coronavirus y decidió poner en práctica lo aprendido.

Noelia hizo uso de la maniobra de RCP  y se dio cuenta de que daba el resultado esperado, hasta que, al fin, llegó la ansiada ayuda médica.

“Me dijeron los profesionales que fue muy oportuno, que talvez había salvado la vida de esta mujer, vecina y paciente de tantos años”, se llena de orgullo.

Sabe, por otra parte, que en tiempos de coronavirus, se impone saber mucho más de tantas cosas: “Estoy actualizándome con todo eso nuevo, una nunca sabe cuándo va a necesitar de esos conocimientos”, reflexiona, con toda razón.

La vida continúa y Noelia debe cada día de su vida seguir cuidando a su madre, con la satisfacción y el orgullo de saber que haberse capacitado –en este caso en RCP- le valió, quizás, salvar una vida.

Noelia

 

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