Desde el comienzo del brote de coronavirus, hoy declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud, los especialistas ponen el foco en los espacios físicos donde tengan lugar aglomeraciones y superpoblación de personas.
Conocido es también que las cárceles en todo el país presentan serios problemas de habitabilidad y particularmente en Tierra del Fuego se admite desde el Servicio Penitenciario que hay hacinamiento en la Unidad de Detención de Río Grande y la Alcaldía de Ushuaia.
Por ello se ha dispuesto achicar el régimen de visitas que rige en la actualidad y pasar de 3 a 1 contacto semanal entre los internos y sus familiares directos.
Es que esto también forma parte del plan de contención: solo los integrantes de la familia del detenido pueden visitarlo, siempre y cuando no tengan más de 65 años o se encuentren dentro de los grupos de riesgo (niños, embarazadas).
«Hicimos charlas con ellos y fueron puestos en conocimiento de la gravedad de la pandemia por parte del equipo de Sanidad en ambas ciudades», afirmó a ((La 97)) Radio Fueguina el titular del Servicio Penitenciario, Claudio Canovas, quien también confirmó que «ya se puso en conocimiento a la Justicia de esta medida adoptada».
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