Alexey Trubachev es un experimentado guía de montaña ruso de 45 años. Su pasión por el alpinismo lo ha llevado a cientos de lugares del mundo para desarrollar su actividad favorita: escalar montañas, sin importar la dificultad de cada desafío.
A lo largo de sus recorridos se ha topado con innumerables historias. Pero una en especial, ocurrida en la Patagonia argentina, no pasó por casualidad.
Sucedió en la localidad de El Chaltén, provincia de Santa Cruz, villa turística ubicada al pie de la cordillera de Los Andes, y una de las mecas del alpinismo y el senderismo a nivel mundial.
En enero del año pasado, Alexey subió a la cima del cerro Fitz Roy (3.405 metros sobre el nivel del mar) con un cliente. Después de escalar, y aprovechando el buen clima que había ese día, decidieron dar un paseo por el paso cercano, desde el cual se ve el grupo de picos del imponente cerro Torre (3.133 msnm) con mayor claridad.
En el camino, un extraño olor a humo los detuvo. Caminaron un poco más entre la nieve y encontraron los restos de un helicóptero destrozado. A primera vista no estaba claro cuándo había ocurrido el accidente, pero la primera sensación fue que no databa de hacía mucho tiempo: los restos parecían recientes y el aroma a quemado podía sentirse en el aire.
Mediante una breve inspección, Trubachev y su acompañante pudieron advertir que, entre los hierros retorcidos de la aeronave no había rastros de cuerpos humanos. Sin embargo, algo impulsó al guía de montaña a levantar con su mano una carcasa de aluminio, y debajo de ella encontró un anillo de oro en cuya circunferencia interior había grabado un nombre: Mónica.
«Encontrar aquel anillo de bodas con un nombre grabado en su interior, en aquella escena trágica, me puso en la necesidad de comprender lo que ahí había sucedido. Además, sentí el solemne deber de regresar el anillo a quien estaba destinado, a su dueña», dijo Alexey a RT.
«Para mí fue un evento muy serio, porque ese objeto claramente tenía su historia y sabía que la persona que lo llevaba debía ser muy importante para alguien», explicó.
Así fue que, al regresar a El Chaltén, el hombre fue a dar aviso a la Policía. Allí se enteró que el accidente del helicóptero había ocurrido en diciembre de 2014, y que la víctima fatal se llamaba Pablo Argiz Vale (50), piloto y rescatista que perdió el control de la aeronave cuanto intentaba socorrer a un grupo de andinistas alemanes varados en la montaña.
Alexey regresó a Rusia con el anillo en su poder y la idea de buscar a la viuda del piloto fallecido. A la distancia, se encomendó a la tarea de dar con esa mujer, quien ni siquiera había tenido la oportunidad de despedirse de su pareja.
«No fue difícil contactar a Mónica por las redes sociales. Así que le escribí y le dije que había encontrado el anillo de su marido en las montañas», relató. Luego de ello, Trubachev envió la alianza a la mujer a través del correo.
Emocionada, Mónica agradeció el gesto y decidió que a partir de ese momento usaría las dos alianzas juntas en su dedo. En cierta forma, fue la manera de volver a tener a Pablo siempre cerca suyo.
«Creo que todo esto sugiere que las conexiones de las personas, especialmente las que se aman, no rompen con la muerte. El piloto encontró la manera de transmitirle algo a su viuda. Y yo estoy feliz de haber tenido la oportunidad de formar parte de esa historia», concluyó Alexey.
(Fuente: www.rt.com/Emmanuel Gentile)
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