El juez Electoral de la Provincia, Isidoro Aramburú, se refirió a las demoras en los cómputos de las preferencias para los cargos en el Concejo Deliberante de Ushuaia. Sostuvo que “no había modo” de realizar el escrutinio definitivo con anterioridad, a causa de la cantidad de mesas y votos que debió evaluar el grupo de trabajadores a su cargo, teniendo en cuenta que los resultados de la elección en el Parlamento municipal se brindaron doce días después de efectuado el sufragio.
Según destacó el funcionario, su área cuenta con ocho trabajadores, a quienes “no se les paga horas extra y trabajan desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche”.
Vale remarcar que para la votación del 16 de junio se instalaron con 460 mesas en toda Tierra del Fuego. “El exiguo plantel con el que cuento en mi Juzgado Electoral contó 18.000 boletas y 32.000 preferencias en un día y medio, con lo cual eso da la pauta de la vocación de servicio, el corazón que le pone nuestra gente del Juzgado Electoral”, señaló e magistrado.
Sobre el recuento en el ámbito del Concejo Deliberante, consideró que “a pesar de todas esas demoras, las dificultades y la falta de recursos lo hemos hecho en un tiempo absolutamente acotado, en un día y mediodía”.
“Si los partidos políticos solicitan que se abran cada una de las urnas, como hicimos por ejemplo previo a las preferencias de Ushuaia, para contar cada una de los votos recurridos y ver si era realmente un voto válido o un voto nulo, vos te das cuenta en que el tiempo que lo hemos hecho es un tiempo rápido”, indicó Aramburú.
“No existe tiempo material para que ocho personas puedan realizar ese trabajo más rápido”, dijo el juez Electoral, y agregó que “hace tres meses que los estoy sometiendo a esa presión y ese esfuerzo y ese sacrificio y creo que más no puedo pedirles”.
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