Hace falta una buena cuota de distracción o falta de pericia, pero puede pasar que alguien aparezca en una lista de afiliados, o que su nombre haya sido retirado sin previo aviso.
Con las elecciones 2019 a pleno y la perspectiva de las primarias abiertas simultáneas obligatorias para definir candidatos el próximo 11 de agosto más de un votante estará embebido en el devenir político del país.
Pero para los más desprevenidos siempre están disponibles las herramientas del sitio de la Cámara Nacional Electoral (CNE), como el apartado para buscarse en el padrón o el registro de afiliados a partidos políticos, que permite saber si una persona figura en él con sólo ingresar su número de documento.
Si hubo complicaciones por la falta de empadronamiento de jóvenes de 16 y 17 años (al punto que la CNE tuvo que extender el plazo para revisar y modificar el padrón provisorio), en el caso de la afiliación partidaria no debería haber sorpresas.
Sin embargo, las afiliaciones sin consentimiento del ciudadano no son tan raras como se supone y más de una vez sucede que se falsifican firmas y formularios para sumar afiliados de manera ilícita.
De haber tal sorpresa, la persona deberá renunciar a su afiliación por telegrama gratuito o en persona en la Secretaría Electoral del distrito donde esté afiliado, o en la CNE a través de cualquier medio escrito siempre que se cuente con una firma certificada por funcionario público competente.
El artículo 26 de la ley 23.298 (modificada por la ley 26.571) contempla que si una persona se quiere desafiliar a un partido político no está obligada a decir a cuál ya que puede renunciar a todos a la vez.
Comentarios