El obispo de Río Gallegos , Jorge García Cuerva lavó los pies de doce presos durante el Jueves Santo y convocó a todos comprender el acto de servicio y amor que trae aparejado el gesto religioso, lo hizo durante la ceremonia que celebró en la Unidad 15, la cárcel dependiente del Servicio Penitenciario Federal.
Con un lenguaje claro y llano el Obispo, quien asumió hace pocos días en la ciudad, acortó distancia con los internos, les fue contando de la ceremonia mientras sacaba de su mochila el hábito y el solideo y los elementos de la misa que se armó en un salón de la cárcel y del que participaron también las autoridades y algunos docentes de los talleres que allí se imparten.
Entre los internos había varios no bautizados y otros que no asistían a una misa desde niños. El obispo los invitó a decir en voz alta sus pedidos a Dios, en tanto algunos se reservan en silencio los propios.
Hubo quien preguntó el significado del lavado de pies, a lo que el Obispo detalló como en la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, este les lavó los pies en señal de amor y servicio. Fue en esa cena en la que Jesús estableció la Eucaristía, bendiciendo el pan y el vino e invitando a sus apóstoles, diciéndoles que reciban su cuerpo y su sangre.
“Que nadie quede afuera”
El obispo diocesano de Santa Cruz y Tierra del Fuego, García Cuerva, instó a «que nadie quede afuera» y a luchar contra el concepto de «personas desechadas o descartables» imperante en la actualidad, como ya lo indicaba el documento de los obispos de Aparecida (Brasil, 2007).
El prelado, que además es el vicepresidente de la comisión internacional de pastoral carcelaria, que depende del Vaticano, dijo a Télam que en las visitas que realizó a la Alcaidía local y a la cárcel (Unidad 15 del servicio Penitenciario Federal) «experimenté que los presos están muy lejos de sus familias y sus seres queridos por lo que atraviesan su realidad carcelaria con mucho dolor y con mucha soledad».
El prelado definió al lavatorio de los pies de la víspera como un signo de «profundo servicio de Jesús de inmenso amor; y de esperanza» destacando que es «con lo peor y lo mejor de nosotros».
«La realidad carcelaria en sí misma no es algo que resuelva la problemática de la delincuencia y de la violencia», expresó García Cuerva, al considerar que la misma muchas veces está «ligada al modelo de inequidad social que viven nuestros países (y que) debería tener otro tipos de respuestas que aún hoy no las tenemos».
Atravesados por el dolor
El obispo insistió en que «no podemos decir éste no va a cambiar más» y que esa no es la mirada que se intenta: «La fraternidad y la civilización del amor que se nos pide desde el evangelio», concluyó.
«Me encontré con hombres atravesados por el dolor y la pobreza de estar lejos de los afectos», afirmó a LA NACION el cura, momentos después de finalizada la misa. «En otras cárceles que he visitado, no se siente tanto esa soledad, pero aquí hay detenidos de lugares muy distantes, y eso lo hace al encierro más duro aún», reflexionó quien fue capellán y visitó varias cárceles de la provincia de Buenos Aires.
«Me encontré con hombres atravesados por el dolor y la pobreza de estar lejos de los afectos»,
Jorge García Cuerva
El flamante Obispo de Río Gallegos es miembro del secretario nacional de la Pastoral Carcelaria y vicepresidente de la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica que depende de la Santa Sede, que alienta a que la Iglesia tome conciencia de los problemas de la gente en las cárceles de todo el mundo. «El mensaje de esta Semana Santa es tratar de llegar a todos, si pudiésemos comprender el servicio que significa el gesto del lavado de pies, creo que toda la humanidad estará mucho mejor», reflexionó.
Por orden del Papa
La titular del Secretariado Nacional de Pastoral Carcelaria Patricia Alonso manifestó hoy su satisfacción porque el gesto de lavar los pies a detenidos se hizo en diferentes lugares del país en cumplimiento de los lineamientos del papa Francisco para Semana Santa. En Río Gallegos, el titular de la diócesis hizo lo propio en dos celebraciones religiosas.
En diálogo con Télam, la referente destacó la acción realizada «con tanta creatividad a lo largo y ancho del país». Incluso con el pabellón trans del penal de Ezeiza, concluyendo que los internos recibieron muy bien la acción y «uno se va sintiendo más amado por Jesús que antes».
(Fuentes: La Nación/Télam)
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