Un nuevo viaje de familiares de caídos en la guerra de Malvinas, cuyos restos fueron recientemente identificados, se realizará el próximo miércoles al cementerio de Darwin para honrar a los caídos, en una ceremonia que incluirá la rendición de honores militares.
El viaje será similar al que se realizó el 26 de marzo del año pasado, cuando unos 200 familiares de 90 soldados muertos en la guerra participaron de una emocionante e inédita ceremonia en Darwin, en la que pudieron -por primera vez desde la guerra- rezar y llorar ante la tumba de su ser querido con las placas de granito negro que llevan su nombre y apellido.
Gracias a un acuerdo humanitario entre la Argentina y el Reino Unido, y la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja, hasta el momento, un total de 110 familias de caídos en la guerra recibió la confirmación positiva del examen de ADN que posibilitó la identificación de los restos de los caídos, enterrados durante casi 37 años en tumbas que llevaban la placa “Soldado argentino solo conocido por Dios”.
En este caso, viajarán unos 60 familiares; la mayoría, adultos mayores, provenientes de distintas partes del país.
Son aquellos que recibieron las notificaciones positivas en el último año. Para muchos de ellos, será la primera vez que se subirán a un avión.
Es por eso que se dispuso un operativo que incluye médicos, psicólogos y asistentes sociales que los irán recibiendo el martes en un hotel del centro porteño para hacer chequeos y controles.
Junto a los familiares viajarán también el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj; la titular de la Comisión de Familiares, María Fernanda Araujo; y dos ex combatientes amigos e impulsores de las identificaciones: el inglés Geoffrey Cardoso -que diseñó el cementerio de Darwin y enterró en 1982 a los soldados argentinos-, y el argentino Julio Aro, titular de la fundación No Me Olvides.
“Será un nuevo viaje de reencuentro y sanación”, dice a Télam Araujo, cuyo hermano Elbio fue uno de los primeros soldados identificados. “Desde la comisión vamos a seguir luchando para que estos viajes se sigan realizando frecuentemente y se incluya también a los familiares de los caídos en el crucero General Belgrano, que necesitan volver al lugar del hundimiento”, agrega.
El contingente partirá desde el aeropuerto de Ezeiza el miércoles, a las 4.30 de la madrugada, a bordo de un avión MD83 de la empresa Andes, el mismo con el que se realizó el viaje del año pasado, y volverán a pisar continente esa misma tarde.
Cómo será el viaje
Toda la logística y organización del viaje de 18 horas, así como los gastos, están a cargo de la Corporación América -dueña de Aeropuertos Argentina 2000-, de Eduardo Eurnekian, que mantiene hace años un compromiso con la causa Malvinas. Durante el viaje que el empresario hizo en diciembre del año pasado a Malvinas, fueron los mismos isleños los que propusieron la realización de este segundo vuelo humanitario.
Desde la base militar de Mount Pleasant -donde funciona el aeropuerto de las islas-, el contingente recorrerá en micros los 35 kilómetros hasta el cementerio de Darwin, donde yacen enterrados 237 argentinos que murieron en el conflicto de 1982.
Después de que cada familiar pueda localizar la tumba de su ser querido -se dispondrán sillas frente a ellas para las personas mayores-, a las 11 de la mañana dará comienzo una ceremonia religiosa a cargo del sacerdote argentino Ponciano Acosta, primo hermano de un caído en Malvinas, y los dos curas de las islas, uno católico y otro anglicano.
Luego se desarrollará la rendición de honores militares: un gaitero de la guardia escocesa de las islas tocará una marcha fúnebre, y el ex combatiente argentino Omar Tabárez interpretará el “Toque de silencio” con la misma trompeta que usó durante los días del conflicto para acompañar distintos momentos, y que le fue devuelta en el 2010 por el soldado inglés que lo tomó prisionero.
La Comisión de Familiares llevará dos ofrendas de flores sintéticas -ya que no se pueden ingresar a las islas materiales orgánicos-; una quedará en Darwin y la otra irá destinada al cementerio de San Carlos, donde están enterrados los soldados británicos.
A las 18.30 de ese mismo día, el grupo volverá a pisar continente. En Ezeiza los recibirá el canciller Jorge Faurie, autoridades de las fuerzas armadas, veteranos de guerra y otros familiares de caídos.
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