La férrea disciplina es uno de los factores que desde sus inicios, allá por 1983, gestaron y honraron a la Gendarmería Nacional Argentina. Sin embargo, a lo largo de su historia la principal fuerza de seguridad con naturaleza militar del país fue perdiendo algunos de sus principales principios a causa de innumerables hechos de corrupción que se fueron sucediendo en el interior de la fuerza. Hechos de corrupción, denuncias por persecución, por conformar una asociación ilícita para solicitar coimas y otros delitos fueron manchando la génesis de Gendarmería.
Uno de los últimos hechos de corrupción se estarían llevando a cabo en el Escuadrón 22 San Antonio de los Cobres, donde El Tribuno tuvo acceso a distintos materiales fílmicos y documentación que exponen y dejan al descubierto una serie de acciones ilícitas. Una de las imágenes muestran cómo un gendarme de civil entrega un tanque de grandes dimensiones con combustible en la casa de la madre del jefe de la agrupación.
Consultas realizadas por este medio en el interior de la fuerza nacional confirmaron que, efectivamente, se generan notas con el sello, nombre y apellido del jefe de esa agrupación solicitando combustible para ser utilizado en el paso internacional de Sico. Sin embargo, esa buena cantidad de gasoil tiene como destino una casa particular en esta ciudad. Los pedidos se realizan a la empresa Rincon Mining LTD, pero no deberían efectuarse dado que la GNA cuenta con un presupuesto anual otorgado por el Estado nacional para ese tipo de situaciones.
«Tengo el agrado de dirigirme a usted a los efectos de solicitarle a título de su especial colaboración quiera tener a bien contemplar dentro de sus posibilidades la donación de doscientos (200) litros de combustible gasoil para el paso internacional de Sico», reza el primer párrafo de una de las solicitudes con fecha del 2 de enero del corriente año.
«Autopartes»
Cientos de autos se encuentran en un enorme depósito judicial, se trata de vehículos que fueron secuestrados por los gendarmes en distintos procedimientos. Dichos rodados están bajo la órbita de la Justicia y no pueden ser tocados ni mucho menos «desarmados».
Otra de las irregularidades en torno a la corrupción que se estaría llevando a cabo en el Escuadrón 22 con total impunidad tiene que ver con el desguace de algunos vehículos por orden del jefe de escuadrón.
Lo que El Tribuno pudo averiguar acerca de esta maniobra es que una vez recibida la orden de sacar algunas piezas de determinado vehículo, a cargo del jefe del Escuadrón 22, los gendarmes van y cumplen con la consigna y sacan repuestos de los autos que se encuentran secuestrados en el depósito para colocarlos en los vehículos de la institución, y luego harían figurar que se compraron repuestos para los vehículos oficiales. Con la gravedad que sin la autorización de un juez esos vehículos no se pueden tocar.
(Video): Desguace de vehículos en el destacamento de San Antonio de los Cobres.
En otro de los videos (ver) se puede observar cómo un gendarme ingresa al predio donde se encuentran los rodados, que en ese momento está cerrado, donde se encuentran dos hombres pertenecientes a la fuerza, uno de ellos desarmando un vehículo. «¿Qué están por hacer che?», pregunta el uniformado que ingresa al predio, el que está desarmando le contesta y el gendarme recién llegado les pregunta: «¿Quién dio la orden, el jefe?», recibiendo un sí como respuesta.
¿Zona liberada?
En San Antonio de los Cobres también llama la atención que familias enteras que antes de 2016 eran demoradas y, en algunos casos detenidas, por intentar trasladar y pasar a otros destinos toneladas de hojas de coca, desde el año referido los gendarmes de dicho puesto no lograron capturar nunca más a sospechosos con hojas de coca. Una fuente confiable de la fuerza apuntó que desde que asumió el actual jefe del escuadrón los secuestros y las incautaciones de camionetas con 300 o 400 kilos de hojas de coca no se volvieron a registrar.
De manera sistemática los gendarmes lograban atrapar a los transportistas con grandes cantidades de coca, pero a partir de 2016 hasta ahora parecería ser que alguien en el interior del Escuadrón 22 filtra información de dónde se ubicarán los controles y la zona queda liberada. «Con solo verificar los cuadernos de las actuaciones que se realizaban antes y lo que se hace ahora uno se da cuenta que algo extraño pasó y a esas familias que antes agarrábamos en distintos procedimientos hoy en día es casi imposible», le dijo a El Tribuno una fuente cercana.
(Fuente: eltribuno.com.ar)
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