La sonda espacial de la NASA New Horizons ha sobrevolado este 1 de enero Ultima Thule, el objeto celeste más lejano que la humanidad ha explorado nunca, situado en el cinturón de Kuiper, a unos 6.500 millones de kilómetros de distancia del Sol.
“Go New Horizons”, exclamó el director científico de la misión Alan Stern, mientras el equipo del Laboratorio de Física Aplicada John Hopkins (Maryland) celebraba el momento en que, a las 5:33 GMT, New Horizons apuntaba sus cámaras sobre Ultima Thule, vestigio congelado de la formación del sistema solar. “Nunca antes una nave espacial exploró un objeto tan lejano”, dijo Stern.
Ultima Thule, que fue el nombre elegido por el público en una convocatoria de la NASA para nombrar al objeto conocido hasta ese momento como 2014 MU69, proviene de un término de origen griego usado por geógrafos romanos y medievales para indicar un lugar “situado más allá del mundo conocido”.
No es posible la retransmisión de imágenes en vivo
La retransmisión de imágenes en vivo es imposible a esta distancia y se debe recibir una primera señal en la Tierra aproximadamente diez horas después del sobrevuelo, a las 9:45 en la costa este de los EE. UU. (14H45 GMT). Solo entonces la NASA sabrá si la sonda ha sobrevivido a este enfoque de alto riesgo. Los miembros del equipo esperan saber antes de las 15:00 GMT si la recopilación de datos ha sido exitosa.
La sonda debía tomar 900 imágenes en unos pocos segundos durante su vuelo sobre Ultima Thule a una distancia de unos 3.500 kilómetros. “Ahora es solo una cuestión de tiempo ver cómo llegan los datos”, dijo John Spencer, un científico del Instituto de Investigación del Suroeste.
Brian May grabó para la ocasión
“Esa es una noche que ninguno de nosotros olvidará”, exclamó el guitarrista de Queen, Brian May, quien también tiene un doctorado en astrofísica, quien grabó una pieza solista para la ocasión.
De acuerdo a la NASA, la sonda New Horizons, que ya inspeccionó Plutón en 2015, tomará fotografías de alta resolución de Ultima Thule durante 72 horas desde 3.500 kilómetros de distancia con el objetivo de reconocer su superficie y composición y averiguar si tiene atmósfera u otros cuerpos celestes alrededor. Asimismo, se pretende determinar si se trata de un solo objeto celeste o la unión de dos.
Ultima Thule está ubicado en una de las regiones más remotas del Sistema Solar, conocida como el cinturón de Kuiper, en honor al astrónomo que predijo su existencia en la década de los años cincuenta, Gerard Kuiper.
La nave New Horizons estuvo seis meses de hibernación hasta junio de este año, cuando retomó su trayecto a este misterioso objeto celeste, de apenas 30 kilómetros de diámetro.
Los científicos y astrónomos a cargo de esta misión esperan que la información que recabe New Horizons ayude a entender mejor la formación del Sistema Solar y cómo se construyeron los planetas.
(Fuente: La Vanguardia)
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