Más de 200.000 devotos del Gauchito Gil visitaron en los últimos cuatro días el santuario en la localidad correntina de Mercedes para rendirle culto al “gaucho milagroso”, al cumplirse el 141 aniversario de su fallecimiento.
Con banderas, pañuelos y velas rojas, el color que identifica a Antonio Gil, los fieles provenientes de todo el país y también de países limítrofes, expusieron su devoción, prometieron y agradecieron, como cada 8 de enero.
Una multitud se concentró en el santuario, la iglesia y ante la tumba del Gauchito Gil en el cementerio de la localidad distante a 250 kilómetros de la capital provincial.
El viceintendente de Mercedes, Diego Caram, dijo que la celebración fue “espectacular” y con «buen clima».
Caram estimó que «más de 200.000 personas» participaron de la festividad en los últimos cuatro días y agregó que “seguramente serán muchas, porque continuará llegando gente durante el fin de semana”.
Relató que la celebración oficial se inició con la vigilia de la cruz en el Centro de Interpretación, en referencia la cruz original que está junto a árbol donde fue asesinado Gil en 1878.
Cerca de la medianoche, los gauchos peregrinos, en procesión, la devolvieron al Santuario, donde de miles de promeseros presenciaron un espectáculo de fuegos artificiales a la vera de la ruta nacional 123, a siete kilómetros de la ciudad de Mercedes.
Por la mañana se realizaron dos misas, una oficiada por el padre Julián Zini en el cementerio donde yacen los restos del Gauchito Gil y la otra en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, concelebrada entre Zini y el padre Ramón Espinoza.
Estatua gigante
En este marco se inauguró el monumento de 9 metros de altura en homenaje al Gauchito Gil “que la gestión de la intendenta Elvira Sánchez construyó con recursos municipales” aseguró Caram.
«Esta festividad es muy impresionante por la cantidad de gente, por la devoción y la fe de los promeseros; muchos piden al Gauchito trabajo o salud y otros llegan aquí para agradecer”, contó el viceintendente de Mercedes.
Caram remarcó que a pesar de la multitud y que los lugares de alojamiento estuvieron colmados “todo se realizó con normalidad» y que los operativos de la Municipalidad y Gendarmería Nacional fueron exitosos.
De la misma manera, el Gobierno provincial destacó el despliegue de organismos provinciales en la Fiesta del Gauchito Antonio Gil y la amplia cobertura en materia de Seguridad, Vialidad y Salud.
La historia del Gauchito Gil
La historia de Antonio Mamerto Gil Núñez, conocido como el Gauchito Gil, cuya memoria perdura a través de la fe de miles de personas que se dan cita todos los 8 de enero en el santuario ubicado en el cruce las rutas 123 y 119, a 8 kilómetros de la ciudad correntina de Mercedes.
Cuenta la leyenda que el Gauchito Gil, Antonio Gil Nuñez, nació en la provincia de Corrientes (Argentina), en la zona de Pay Ubre (actualmente Mercedes), aproximadamente en el año 1847. De joven se enamoró de una joven viuda que era pretendida por el comisario del pueblo. El policía comenzó a perseguir a Antonio Gil, aprovechándose del poder de su autoridad, hasta que finalmente se enfrentaron a duelo en una pulpería. En la pelea el Gauchito Gil le perdonó la vida, pero debió huir del pueblo.
La guerra contra el Paraguay lo alistó en el ejército, pero al final de la misma el enemigo pasó a estar dentro del mismo país: fue convocado por el ejército federal para luchar contra los unitarios. Como no estaba de acuerdo con los enfrentamientos internos del país, decidió huir junto a dos compañeros. Su decisión no fue tomada por cobardía, sino porque no toleró el derramamiento de sangre entre hermanos ocasionados por las batallas correntinas del siglo XIX.
El ejército lo encontró finalmente y le quitó la vida un 8 de enero, posiblemente del año 1868. El año es impreciso, «se puede afirmar que el hecho ocurrió entre 1853 y 1870”, destaca el investigador, Orlando Van Bredam.
Todos los 8 de enero se conmemora su muerte y, es entonces que, en el santuario se pueden escuchar, junto a rezos y plegarias, bailes y chamamé correntinos que el pueblo baila y le canta a su santo.
Los milagros
Miles son los milagros que se le atribuyen al santo; son también miles los seguidores que cada aniversario de su muerte se congregan para adorarlo y realizarle ofrendas de todo tipo.
Con respecto a la forma de morir existen varias versiones:
1) Lo ataron a un poste o un árbol y le dispararon con armas de fuego pero ninguna de esas balas entró en el cuerpo ya que la creencia popular dice que quien lleva el amuleto de San la Muerte no le entran las balas y se supone que el Gauchito era devoto del “Santito”. Entonces el sargento ordenó que le colgaran de los pies y allí lo degolló.
2) Murió luego de varios intentos de disparos con armas, porque una bala finalmente entró en el corazón.
3) Fue colgado de un algarrobo, cabeza abajo y luego degollado, porque tenía el poder de hipnotizar a las personas “con sólo mirarlas a los ojos”.
Se dice que Antonio Gil, antes de morir, le dijo al soldado que le iba a dar muerte:
«Al volver a tu casa encontrarás a tu hijo muy enfermo pero si mi sangre llega a Dios, juro que volveré en favores para mi pueblo». El soldado igualmente le cortó el cuello.
Cuando todos ya habían olvidado al Gauchito, el soldado llegó a su casa y encontró a su esposa llorando con su único hijo enfermo.
Entonces desertó del ejército, volvió al lugar donde lo había matado, enterró el cuerpo y le imploró perdón al Gauchito. Cuando, finalmente pudo regresar a su casa tras varios días, encontró a su niño sano.
Comentarios