El intendente de Ushuaia Walter Vuoto dio una entrevista al medio nacional La Política Online y dejó varias definiciones: el futuro de La Cámpora, su acuerdo con Rosana Bertone para diagramar un frente electoral con vistas al 2019 y su pelea con la Gobernadora, que lo llevó a plantarle cara en los comicios del 2017.
La entrevista completa:
Walter Vuoto dice haber nacido en una unidad básica junto a su padre, un entrerriano que se mudó con su familia a Ushuaia hace 32 años y al poco tiempo empezó a militar en el PJ.
Se enroló en la JP en la adolescencia, empezó a viajar a Río Gallegos y conoció a Néstor y Máximo Kirchner, su referente histórico y su actual conductor en La Cámpora, la organización que integra desde su creación.
En 2015 fue el primer intendente peronista de la capital fueguina en dos décadas y quiere reelegir el año que viene. Y para logarlo trabaja en un acuerdo con la gobernadora Rosana Bertone, a quien enfrentó y derrotó en las legislativas del año pasado.
«La división sólo le sirve a Macri», repite en una entrevista que concedió a LPO en su despacho, ilustrado con retratos de Néstor, Cristina y Máximo Kirchner, pero con cuadros de Juan Domingo Péron y de Evo Morales, el presidente de Bolivia.
-Organizó el foro patagónico de esta ciudad en el que se pidió frenar los recortes a la Patagonia ¿Cómo define el presupuesto?
-Es un presupuesto armado en Washington por el FMI y para pagar el servicio de deuda, que tiene un recorte de 600 mil millones de pesos para llegar al déficit cero.
El tema es por dónde se recorta. La patagonia viene siendo perjudicada por este presupuesto y con una visión centralista del Gobierno nacional, que tiene que ver con desconocimiento y pensar la política desde una planilla de Exel.
De ahí todas las decisiones que tomó, como la apertura de importaciones, que nos ha pegado muy duro en nuestro sistema industrial, porque hemos perdido 8000 puestos de trabajo formales en la Provincia.
Ha sido una de las provincias más golpeadas en cuanto a pérdida de puestos de trabajo, junto a la provincia de Buenos Aires. Nos golpearon con los reembolsos de los puertos patagónicos y ahora con la eliminación del fondo sojero, que nos representa más de 30 millones de pesos para obras hasta fin de año.
Y nos quitan los subsidios al transporte público de pasajeros, que para nosotros también implica dejar de contar con 36 millones de pesos, que o lo asumimos o lo trasladamos al usuario y es imposible, porque tendríamos que tener un boleto de 50 pesos en este contexto económico y social donde la gente no llega a fin de mes. Es inviable.
Permanentemente te van poniendo en apuros en cuanto a recursos y en ese contexto el presupuesto no beneficia a la patagonia ni a las clases trabajadores argentinas. Se recorta en salud, en programas sociales, en programas de género y no hay inversión social.
Y ahí creo que hay un grave problema hacia adelante. Es un presupuesto a medida de Washington que conlleva a una discusión por la historia del país, donde ya sabemos que el resultado de estas políticas es 2001.
Y estoy lejos de ser alarmista, pero con los resultados de los recortes, de los ajustes se va generando mayor pobreza mes tras mes y no hay una política de contención a los trabajadores.
-¿Cuáles son las medidas que más golpearon a Ushuaia?
-Asumimos con una Municipalidad muy compleja: teníamos el 82% de gasto en masa salarial y 400 millones de pesos de deuda. La ciudad detonada y acostumbrada a tener un presupuesto entero para la obra pública por fuera de la coparticipación que bajaba el gobierno nacional, a pesar de que había un intendente radical de Cambiemos.
Ese dinero no estuvo más y lo mismo pasó en otras ciudades que pararon la obra pública para aleccionar intendentes o gobernadores.
La primera decisión que tomaron fue que Ushuaia no cuente más con esos recursos, con lo cual nos demoró dos años salir con obra pública a la calle para acomodar los números y tener recursos propios para repensar la política tributaria municipal y toda la Municipalidad. Recién la temporada pasada empecé obras públicas con recursos propios.
-¿Es sustentable Tierra del Fuego? ¿Se puede sostener tantos puestos de trabajo y una pérdida de divisas?
-Es una falacia. Con la apertura de importaciones las divisas se van igual, porque la gente compra lo importado. Los dólares los gastas igual. Si compras un Apple, gastas divisas.
Es el problema de ver la política como un Exel y decir: «Che, cierran todos los numeritos». El problema es cuando cierran los números con la gente afuera. Cuando el Estado eroga, para nosotros, invierte.
Tierra del Fuego y toda la Patagonia en términos geoestratégicos es muy importante. Cuando surge la 19.640, que es la ley nuestra de producción económica y fiscal, básicamente se hizo para poblar la Patagonia, porque perdíamos espacio con Chile y había una política con una mirada muy fuerte al Atlántico Sur y la discusión sobre la soberanía de nuestras islas Malvinas. Y nuestra mirada de la Antártida.
Tierra del Fuego y la Patagonia le aportan el 80 por ciento de la matriz energética al resto de los argentinos. Un ushuaiense al Estado nacional le sale un tercio de lo que le sale el porteño.
-¿Por qué? ¿Cuál es la cuenta?
-La cuenta es: recursos versus cantidad de habitantes. Para que te des una idea: discutimos el Fondo Federal Sojero y entre todos los patagónicos representa el plan de veredas de Rodríguez Larreta para la Capital Federal. Y nosotros frenamos el plan de obra pública.
-Rodríguez Larreta diría que repara las veredas con sus recursos.
-Con recursos coparticipables. La transferencia de recursos del Estado nacional a la Ciudad y la Provincia se ha triplicado. Hubo una transferencia enorme de recursos a Capital y a la provincia de Buenos Aires desde el Estado nacional. Pero es una vieja discusión.
El federalismo debe ser de recursos, sino es discursivo. La Patagonia es un motor económico en Argentina: pesca, hidrocarburos, gas, petróleo, carbón y en ese contexto la mirada geoestratégica del país debe estar fuerte.
Hay mucho desconocimiento a la Patagonia desde la Capital Federal. Nos ha pasado en nuestro propio espacio político. El centralismo atraviesa transversalmente a varios partidos políticos e ideologías. Esa mirada desde Capital Federal cuesta, porque el interior profundo se desconoce.
-¿Con la devaluación y la suba del precio del petróleo no crecerá el ingreso por turismo y regalías?
-Las regalías han ayudado a los gobiernos provinciales y la devaluación en cierta forma ayuda. Pero no te soluciona el problema social y económico. Vos podes recibir algún recurso más de coparticipación de regalías, pero se me ha sextuplicado la demanda social en alimentos este año y en ayuda de alquiler, porque muchos trabajadores no lo pueden pagar.
Ya perdimos casi 3000 puestos de trabajo en las fábricas de Ushuaia en los últimos dos años, pero como es una cadena, perdés lo formal y lo informal: la señora que trabajaba en la casa y cuidaba los chicos, o los que hacían las changas. Hay menos taxis, personal de comercio, es una situación grave, que se puede atender en parte con un poco más de recursos de las regalías, pero falta trabajo y no hay Estado que aguante. Los municipios están complicados porque son el primer lugar al que va el vecino.
«El año pasado competimos con Bertone en las legislativas y resignamos un diputado nacional. Tenemos que ir juntos el año que viene para reelegir»
-¿Cómo evalúa la gestión de Rosana Bertone como gobernadora?
-Ha hecho una buena gestión. Hizo mucha obra púbica, acomodó los números de la Provincia y realmente encaró un desafío de reestructurar algunas cosas que en la Provincia estaban mal.
Por ahí uno discute formas, el cómo y en qué momento se hacían, pero está encarando algunas reformas necesarias para equilibrar el Estado. Particularmente, en algunas formas uno no coincide.
-¿Se refiere a cómo aplicó la reforma jubilatoria?
-A la jubilatoria, al recurso humano, de cómo nos manejamos. Pero hay una realidad: más del 50% del presupuesto se lo lleva el sistema educativo. A nivel nacional hay un 1 docente cada 10 alumnos y nosotros tenemos 1 cada 4.
Pero las discusiones hay que hacerlas con los trabajadores en la mesa y esa es la primera disputa que tuvimos con Rosana. Había que sentarse y decir «Esta es la provincia que encontré». Sobre todo porque llegamos a la elecciones de la mano de todos los sindicatos que nos acompañaron.
La discusión era «Che, vamos a decirle a los trabajadores los que nos tocó agarrar y que si no hacemos estas modificaciones esto explota en un año».
Porque lo cierto es que cuando Rosana asumió los trabajadores cobraban en 2 cuotas y los jubilados en varias. Esto es real. Pero bueno, uno comprende que la forma es de quien conduce el Estado.
-¿Bertone y usted van a pelear por la reelección en un frente común?
-Si claro, hay que trabajarlo. El año pasado tuvimos nuestras diferencias en las urnas y claramente si no nos dividíamos podríamos haber ganado los dos diputados nacionales. No nos sirvió.
En un contexto complicado, la unidad del peronismo y de sectores populares tiene que estar dada en hechos programáticos. Pero es difícil ponerse a armar si la gente no llega a fin de mes y estas buscando contener la demanda social.
Pero la verdad es que hay que construir un gran frente que nos englobe a todos y es el deseo de muchos compañeros que conforman el peronismo de Tierra del Fuego. Hay que trabajar y hay que modificar muchas cosas, también, pero básicamente hay que ponerse de acuerdo.
En un frente uno aporta a la unidad y de alguna forma creo que la unidad del peronismo nos va a hacer ganar la intendencia de Río Grande, de Tolhuin, de Ushuaia y la gobernación. También por eso creemos que la unidad hay que construirla todos los días.
-¿En la unidad Bertone tiene que volver a ser gobernadora y usted intendente?
-En esa unidad imagino que los dos estaremos repitiendo para que el peronismo no pierda. Tuvimos muchos años fuera del poder: 20 sin la Municipalidad y 18 sin el Gobierno. Entonces si no resolvemos nuestra disputa, vamos a perder una posibilidad generacional, porque Rosana es joven y nosotros también. Hay que construir para adelante.
-¿Qué es La Cámpora hoy en Tierra del Tuego y en el país?
-La Cámpora es a nivel país la última organización de cuadros de la historia argentina. Con miradas muy estigmatizadas, muchas veces por los propios compañeros y en su mayoría por los multimedios concentrados.
Pero es la última organización de cuadros, de mucha militancia territorial, que levanta sueños y fue creada por Néstor y Cristina Kirchner.
-¿Y en Ushuaia?
-Lo mismo.
-¿Pero no es el mismo porque tienen la intendencia?
-Tenemos varias intendencias, pero somos la única capital de la agrupación. Acá hemos construido con todo el peronismo, La Cámpora es la organización de base del intendente, pero la gestión la integran más de 10 organizaciones políticas y en su gran mayoría todas básicas del Partido Justicialista provincial. De hecho, nuestro Gabinete está muy peronizado, mucho más que otros Gabinetes (risas).
Siempre pensamos que había que construir con todos, animarse, como decía Máximo (Kirchner), a las tensiones de sentarse en una mesa a discutir política.
De entender que no todos piensan igual y que no todos tienen la misma praxis política. Que cuando uno se anima a construir, como decía Perón en manual de conducción política, tiene que conducir el conjunto. Sino puede con el conjunto, está complicado.
Perón también decía que para saber conducir primero había que aprender a ser conducido. Hemos tenido mucho de la impronta de Néstor y Cristina Kirchner. Lo hemos tenido a Máximo cerca, a pesar de lo que quisieron construir algunos medios, gracias a Dios lo hemos tenido asesorándonos y formándonos permanentemente.
Si bien las distancias son largas con Río Gallegos, me pasé mucho tiempo militando en Santa Cruz, donde aprendí más de la mitad de las cosas que sé.
Y tanto Néstor como Máximo siempre me decían que hay que ser abierto, animarse a discutir con todos. Y así lo hicimos en la intendencia, donde venimos de 20 años de centroderecha: el MPF y el radicalismo en Cambiemos.
Nos animamos a juntar a todo el peronismo a sectores progresistas populares, a organizaciones sociales y también a empresarios y la iglesia. Tenemos mucha relación con los medios locales. La Cámpora es la organización de base del intendente, pero la gestión dejó de ser de La Cámpora, si bien los cargos más importantes los ocupan sus militantes, hay más de 10 organizaciones.
-¿Imagina una lista de unidad nacional de la oposición similar a la que está armando con Bertone en Tierra del Fuego?
-Coincido con lo que dijo ayer Alberto Rodríguez Saá: si tenes intenciones de romper estás jugando para que gane el macrismo. Tenes que decir: «Estas son las elecciones, esta es la cancha, este es el PJ, vamos a interna».
Los que decían que la ex presidenta era la mejor del mundo y luego la peor; y los que creemos que la trasformación profunda de Argentina que hizo Néstor y Cristina Kirchner fue la mejor después de Perón.
-¿Cristina tiene que ser candidata a presidenta?
-Desde lo personal me encantaría tener a Cristina presidenta toda la vida. Creo que es una mujer que transformó profundamente Argentina, pero estoy convencidísimo como militante político que tenemos que quitarle la responsabilidad y ser capaces de reconstruir el campo nacional y popular y que ella defina a nivel personal qué hacer.
Me encantaría que sea candidata y presidenta y vamos a poner todo lo que tenemos, pero creo que en el campo popular los dirigentes tenemos que hacer una autocrítica de porqué no podemos movilizar y construir un candidato que nos englobe a todos.
Por eso coincido con Alberto Rodríguez Saá de que tiene que haber interna. Si es Cristina no hay discusión, porque su poder de acumulación no lo tiene nadie.
Se discute el techo y yo me pregunto quién tiene su piso. Ahora vería injusto como militante político que ella tenga que jugar porque está obligada, porque es la única que mide.
-¿Por qué Urtubey y otros dirigentes insisten en que haya tres frentes?
-Porque le están haciendo el juego a Macri. Todo lo que sea jugar fuera de un frente que englobe a todo el PJ es hacerle el juego a la derecha. Ellos nos quieren dividir en dos o tres frentes, porque con eso aspiran a que Macri consiga 40 puntos y no haya ballotage.
(Fuente: La Politica online)
Comentarios