Para quienes somos espectadores de uno de los mayores misterios judiciales y policiales de Tierra del Fuego, recorrer 10 años desde aquel 28 de Septiembre de 2008 es tan extraño como desolador. Por eso no podemos ni siquiera imaginar lo que debe ser para los protagonistas vivirlo.
Resuenan las noticias de La increíble desaparición de una niña de tan solo 3 años y 9 meses de un lugar cerrado, cercado, vigilado y en apariencia tan seguro.
Un lugar donde solo había 5 adultos, y 4 niños, donde era tan poco probable que algo fuera de lo habitual sucediera.
Sin embargo sucedió, y aun a pesar de una causa judicial que tiene 13 mil fojas, de las investigaciones, hipótesis, pericias y las incontables constataciones de niñas parecidas a Sofía no pudieron en 10 años dar con su paradero.
El tiempo se detuvo
María Elena y Fabián siguen como detenidos en el tiempo. Como si la vida de ellos estuviera atrapada en ese fatídico día en que su hija mayor desapareció ante sus ojos.
María Elena sin notarlo siempre, siempre tiene el celular en la mano, como si inconscientemente estuviera esperando esa llamada, ese mensaje que la devuelva a la vida, con un dato más de donde puede estar Sofía.
Fabián inquieto, se desespera imaginando nuevas formas de buscar a su hija, y siempre que puede le pide perdón a Sofía por no poder encontrarla.
Este año a la búsqueda activa se agregó Giuliana que ya tiene 9 años y sea animó a hablarle a su hermana mayor, a quien nunca vio en persona a decirle que espero que un día aparezcas, no vamos a perder la esperanza nunca. Y si se nos hace un nudo en la garganta al escucharla hablar con tanto amor, ese amor que perdura y se acrecienta en la familia, esperando alguna vez poder lograr entregárselo a Sofía en un interminable abrazo.
Diez años después
Hoy Sofía tiene casi 14 años, es una adolescente, que probablemente no sepa quién es en realidad. A través de las proyecciones que realizo el perito dibujante, casi podemos intentar imaginar su apariencia actual, pero nada puede darnos certeza de como se ve ella hoy.
Sus padres esperanzados en que reconozca algún detalle de su vida en familia, en sus primeros años de vida, han difundido imágenes y videos de sus juguetes favoritos, para ver si logran así disparar algún recuerdo en esa niña que fue de manera inexplicable apartada de su hogar y de su familia.
Tal vez no sea ella, tal vez alguien que la conozca o reconozca, alguna compañera de colegio, sueñan los Herrera con alcanzar con sus mensajes que gracias a las redes sociales se viralizan rápidamente y llegan a donde ellos en su búsqueda física tal vez no podrían llegar nunca.
Porque pasaron 10 años, una década de desolación, de ausencia, de dolor, y de vacío, pero así como el misterio aun continúa, a la par crece una gran esperanza, la de que de ahora en más tal vez y solo tal vez sea Sofía la que por fin los encuentre a ellos.
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