La gobernadora Rosana Bertone se refirió a las declaraciones del vicegobernador Juan Carlos Arcando sobre el sabotaje que están sufriendo diversos establecimientos educativos de toda la provincia. La titular del Ejecutivo Provincial expresó que “en primer lugar, una hornalla abierta no es desinversión, es casi la comisión de un delito”, y agregó que “estamos investigando para encontrar a los responsables directos. Las directoras han realizado las denuncias, en algunos casos son investigaciones policiales y en otros judiciales, tenemos también un trabajo coordinado con Camuzzi de pruebas de hermeticidad en las escuelas”.
Bertone recordó que cuando asumió el gobierno se encontraron con los edificios escolares muy deteriorados, en un estado de abandono absoluto, y que en el transcurso de su mandato han ido poco a poco, revirtiendo esa situación, aclarando también que es consciente de que en algunos establecimientos falta inversión.
Asimismo, señaló que “hay que seguir invirtiendo porque es responsabilidad del Estado mejorar los establecimientos educativos”, y aseguró que “los edificios escolares de Tierra del Fuego, aún con todas estas deficiencias, están por sobre la media de Argentina”.
La Gobernadora añadió que “nosotros tenemos edificios que están en buena calidad, sabemos que podemos mejorarlo, vamos a seguir haciendo este esfuerzo hasta que termine nuestro mandato porque queremos garantizar los 180 días de clases y, si es posible, un poco más”.
Los 180 días de clases
La Mandataria afirmó que “poder tener 180 días de clases es una conquista de los padres y niños que van a la escuela pública, y me parece que este sabotaje apunta a que el niño pierda la escuela. Porque el niño que pierde un día de clases se atrasa en matemáticas, en biología, en ciencias naturales, en geografía. Se atrasa en la vida. No puede ir al secundario con una base firme y el que sale del secundario, después de años de paro, va a la Universidad y fracasa. Hay mucha gente en esta provincia que le conviene que la gente no piense, que no pueda llegar a ser universitario, que no pueda ser profesional, que no pueda llegar a prosperar”.
Consultada sobre quienes son esas personas, Bertone dijo a los periodistas que “ustedes pueden hacer perfectamente el análisis porque conocen quienes han impedido las clases durante muchísimo tiempo en esta provincia. No tengo sospechas, tengo certezas de mucha gente y jóvenes que me dicen que tuvieron que salir a trabajar porque se vieron obligados, a raíz de tantos paros, a abandonar el secundario; esto es una certeza de que hay alguien que le quiere perjudicar la vida a nuestros niños”.
En tal sentido aseveró que “eso no lo voy a permitir, voy a seguir insistiendo, me cueste lo que me cueste, las escuelas tienen que estar abiertas para darle la educación que se merecen nuestros hijos”.
Escuela pública, escuela privada
Además, Bertone contó que “fui a la primaria a la escuela pública, la secundaria la hice en una escuela pública y la Universidad también fue pública y sé lo que atrasa a un estudiante cuando hay paro, como también sé lo que le cuesta a una familia pagarle los estudios a sus hijos para después verse afectada”.
“¿Por qué en esta provincia han proliferado como en ninguna otra las escuelas privadas? Porque no se cortaban las clases y los docentes eran los mismos” se preguntó y respondió la Gobernadora, quien puso como ejemplo que un reconocido sindicalista de Ushuaia que está sumariado, cesanteado y exonerado, lleva a sus hijos a las escuelas donde no hay paro.
A raíz de ese ejemplo, pidió que “si somos sindicalistas y queremos que nuestros hijos se reciban, démosle la posibilidad a los hijos de los trabajadores de tener una buena educación, porque por más buena gestión que yo haga esto no va a garantizar que esas personas puedan tener una movilidad social ascendente. La única movilidad social ascendente en este país y en cualquier lugar del mundo la da la educación pública”.
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