«Las ideologías modernas que cuestionan los roles de género tradicionales y apoyan el aborto son una amenaza para la humanidad», apunta el Papa Francisco en la introducción a un libro de su predecesor, Benedicto XVI.
«Todos esos aparentes «derechos» humanos que están orientados a la autodestrucción del hombre tienen en común la negación de que el hombre es una criatura de Dios», escribe Francisco en el prefacio de una recopilación de ensayos sobre fe y política de Benedicto XVI.
El libro saldrá a la luz en Italia el próximo jueves, pero el diario La Stampa publicó ayer el prefacio del pontífice argentino.
Según Francisco, debe defenderse la humanidad «estableciendo de nuevo que la obediencia del hombre a Dios» está por delante de la obediencia al Estado.
«Aceptar este reto (…) significa defender la familia», añade el Papa, criticando la «producción planificada y racional de seres humanos» y a quienes consideran que el aborto «es lógico y legítimo». Francisco también condenó ayer el aborto y la eutanasia al dirigirse a los creyentes en la Plaza de San Pedro durante el tradicional rezo del Regina Coeli de los domingos. «Por eso es que estamos llamados, por ejemplo, a custodiar a los ancianos como un tesoro precioso y con amor, incluso si crean problemas económicos y complicaciones», apuntó desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano. En este sentido, destacó que «por eso es que a los enfermos, también en su última etapa, debemos darles toda la asistencia posible».
«Los que van a nacer y los recién nacidos deben ser siempre escuchados, por lo que, en definitiva, la vida siempre debe ser tutelada y amada desde la concepción a su fin natural», sostuvo Francisco.
Contra el aborto
La Iglesia Católica siempre ha condenado los métodos anticonceptivos, el aborto, la eutanasia y la homosexualidad, aunque Francisco no se refiere tan a menudo a esas cuestiones.
El mes pasado publicó una exhortación apostólica en la que decía que para la Iglesia debería ser tan importante ayudar a los pobres como luchar contra el aborto. Por su parte, varias decenas de militantes de una asociación católica que lucha contra la pedofilia y la pedopornografía dentro y fuera de la Iglesia se reunieron este domingo en la Plaza San Pedro durante el Angelus para reclamar una verdadera «tolerancia cero».
En ocasión de la «22ª Jornada de los menores víctimas» de la pedofilia organizada por la Asociación Meter, sus miembros se congregaron en un ambiente festivo y se unieron a las 40 mil personas que asistieron al Angelus en la Plaza San Pedro.
«Saludo a los representantes de la Asociación Meter, que aliento a continuar con su trabajo a favor de los niños víctimas de la violencia», declaró el Papa Francisco.
«Venimos (…) por dos motivos: primero para estar junto al Papa y las víctimas, luego porque se puede hacer mucho más, creando una nueva consciencia y una responsabilidad común, porque la pedofilia es un fenómeno mundial», declaró a la AFP el presidente de Meter, el padre italiano Fortunato Di Noto.
«La tolerancia cero de la que habla el Papa debe ser realmente tolerancia cero. Estamos convencidos de que si lo ayudamos aún más no podrá desentenderse, en la escucha y el apoyo a las víctimas», insistió, reconociendo que la Iglesia «se movió» en la lucha contra la pedofilia, aunque dentro haya «silencio, indiferencia, incredulidad frente a lo que hacen algunos curas».
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