Las compras sin efectivo, a través de medios electrónicos, han ganado terreno en la Argentina como en todo el mundo hasta casi remplazar al efectivo en la gran mayoría de las transacciones mercantiles.
La bancarización masiva y las normas impuestas han hecho que hasta por montos minúsculos, el cliente prefiera recurrir a su tarjeta de débito para abonar en caja, prescindiendo del efectivo.
Desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came) entienden, sin embargo que la modalidad afecta el nivel de ingresos del comerciante, por el costo fijo de comodato del Posnet y por las impuestos, tasas y gastos bancarios que median en la transacción.
El vicepresidente de Came, el empresario fueguino Diego Navarro explico en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina las razones que llevan a que la entidad impulse subir el mínimo permitido para transacción electrónica a 500 pesos, una cifra que parece no compadecerse con la lógica actual.
Navarro aclaró no obstante que “Desde CAME hemos planteado un piso de quinientos pesos pero para entrar en una etapa de negociación”.
La propuesta contempla que entre ese límite y un piso aun inferior se adopten otros sistemas de pago (ya existentes) que no generen gastos para el comerciante. “Un ejemplo es el monedero PIN, lo vamos a tener (presente) en conversaciones ahora”.
Peor en el interior
Navarro destacó que el problema mayor se encuentra en el interior del país, donde las ventas globales son menores.
“Te chupa toda la ganancia el sistema nacional o internacional que estés usando”, se alarmó el dirigente.
“Sobre todo esto nos pasa en el interior, porque los volúmenes que tiene en Capital un quiosquito, en un buen lugar, de repente, les venden a cinco mil personas, son dimensiones importantes, entonces vos repartís el costo que tenés del Posnet en una cant9dad de operaciones que lo justifica”, finalizó.
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