En una lucha desigual, los carteros batallan contra el avance de internet y las nuevas modalidades de comunicación en un mundo en el que las cartas tienden a extinguirse poco a poco.
Los correos electrónicos ganan terreno incluso respecto al envío de las facturas de los servicios básicos ya que un reciente decreto presidencial firmado a mediados de marzo determina que las boletas podrán enviarse en el soporte que el proveedor determine, excepto que el consumidor opte por la tradicional factura de papel.
Los oficios van mutando para no desaparecer y en este contexto, el Correo Argentino firmó un acuerdo con Camuzzi Gas del Sur. Desde el fin de semana pasado, los 30 carteros de Bariloche comenzaron con la tarea de toma de estado mensual de los medidores de gas para conocer el consumo y la distribución de avisos de deuda.
“Es un servicio que nos da el Correo y Camuzzi lo paga como haría con cualquier empresa. Días atrás, se realizó una capacitación a los carteros y este fin de semana arrancaron a trabajar”, explicó Laura Iannazzo, de Camuzzi Gas del Sur, aunque aclaró que sólo realizarán 2.000 lecturas mensuales de los medidores de Bariloche y no serán siempre los mismos.
El contrato involucra la jurisdicción de Camuzzi Gas del Sur, esto es la provincia de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Y desde la empresa prefirieron no dar más detalles respecto a las condiciones del contrato que calificaron como “confidenciales”.
El ocaso del cartero
“Cuanto más trabajo haya, mejor”. De esta forma, lo resumió Alfredo Obregón, secretario general de la Seccional Bariloche de Aatrac (Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones).
“Las cartas se terminaron. Tenemos una merma importante en los últimos años. Encima ahora salió una ley que habilita a las empresas a mandar las facturas por internet. No más papel y esto redunda en menos trabajo. Nos perjudica. Hoy, se trabaja cada día más con encomiendas. De modo que este acuerdo con Camuzzi nos reivindica”, expresó el dirigente gremial.
Explicó que “el Correo Argentino está muy atrasado en relación a otros correos en el mundo que ya funcionan de manera similar a un banco. Cualquiera que vaya a un correo en Inglaterra puede pedir un préstamo, pagar servicios y otros negocios. Los correos tienen muchas bocas de expendio: en cada pueblo, en cada paraje, hay un correo y esa es la ventaja que tenemos hacia otras instituciones”.
Llegó el momento de reciclarse.
(Fuente: diario Río Negro)
Comentarios