«El presidente de la república es el señor Mario Abdo Benítez; existen menos de 1.000 mesas pendientes de ser cargadas y esa cantidad de votos hace imposible que se revierta el resultado», afirmó Bestard en rueda de prensa reseñada por los diarios asunceños ABC Color y Última Hora.
Poco después, al avanzar el conteo hasta 97,33 por ciento de las mesas, el candidato del Partido Colorado gobernante reunía 46,48 por ciento de los votos contra 42,72 por ciento del liberal Efraín Alegre, según los datos del TSJE.
Mario Abdo Benítez.
Esa distancia, aparentemente amplia en términos relativos, se veía más ajustada en valores absolutos, pues Abdo Benítez obtenía 1.176.223 sufragios contra 1.081.054 de Alegre, con una diferencia de apenas 95.169 votos.
Abdo Benítez, hijo de quien fue el secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, permanecía en la sede de su comando de campaña desde poco después del cierre de los comicios. «El pueblo voto por la unidad del Paraguay y no por la división del Paraguay; hoy me comprometo a ser un factor de unión en el futuro del Paraguay», dijo esta noche, en su primer discurso tras la victoria.
El candidato de la Alianza Ganar dijo que, dada la estrecha diferencia, aguardaría el resultado del análisis de las actas de votación recurridas para pronunciarse sobre el proceso electoral.
Efraín Alegre.
Poco antes de que se cerraran las urnas, el jefe de campaña del Partido Colorado, Alberto Alderete, sostuvo en rueda de prensa que los resultados estaban «a la vista» y las elecciones no ofrecían «ninguna sorpresa».
La jornada transcurrió en general con tranquilidad, afirmó la jefa de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), la ex presidenta costarricense Laura Chinchilla.
«Ha sido un proceso bastante tranquilo; la organización está bien; teníamos algunas preocupaciones al principio, como la integración de las mesas electorales, pero se ha pasado la prueba», dijo Chinchilla a periodistas en Asunción.
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